Seis siglos después. Lo conseguimos.
El 2 de julio del 2010 un grupo de Castreños aprovechamos la feria Specula en Espejo para tomar su Castillo.
El asedio fue realizado por medios pacíficos, aunque hay que señalar que se produjo utilizando “la nocturnidad y la alevosía”.
Le colocamos nuestro estandarte en el mismísimo corazón de la alcazaba.
Le echamos la revancha moral al Ducado de Osuna y se lo ganamos.
Les demostramos por segunda vez, que se puede entrar en un Castillo aunque estén bien defendidos sus accesos, solo hace falta valentía e imaginación.
Nuestro caballo de Troya fue un grupo de artistas y artesanos de nuestra localidad.
Mientras los juglares y trovadores se encargaban de llamar la atención a la numerosa vigilancia; nosotros recibíamos la señal, un movimiento de cortina del tenderete, de comerciantes castreños, situados estratégicamente al lado de la puerta principal de acceso a la fortaleza.
La misión de mi escuadra consistía en hacerse con uno de los puntos más importantes, un mostrador; no muy alto; desde donde se dirigía la intendencia; sabíamos que obstaculizando la logística, el proyecto llegaría a buen puerto.
Tengo que reconocer que enviamos a nuestros infantes para hacerse fuertes en la entrada de la torre del homenaje, siendo su ataque repelido por un grupo numeroso de Artilleretes; naturales de la villa de Espejo; que armados hasta los dientes protegieron aquella altura de una manera elogiable, haciendo fracasar el intento.
Con la Toma del patio de Armas nos dimos por satisfechos.
Antecedentes.
En la primavera de 1333 la fortaleza cristiana de Castro del Rio es atacada por el rey moro Muhammad IV. El primer día de asedio, las defensas y el personal castreño se vieron muy afectados.
Se envían emisarios pidiendo ayuda. Estas se reúnen esa noche en la vecina localidad de Espejo.
El señor de Espejo en ese momento Ruy Páez, hijo de Pay Arias, no hizo virtud de la valentía que su antecesor había demostrado siempre en el campo de batalla.
Negando la ayuda a Castro en ese momento.
Martin Alfonso, futuro señor de Montemayor, levantándose del concejo dijo “dixo que fiziese Dios dél lo que por bien tuviese, mas quél aquella noche entraría en el castillo de Castro, e que con los que dentro estauan lo defenderían o morirían en él”.
Aquella misma noche sale para Castro con sesenta caballeros cordobeses y unos cuantos peones.
Para no ser sorprendidos por los musulmanes cubrieron los cascos de los caballos con paja, lograron acercarse a la fortaleza, siendo delatados por el relincho de algunos de éstos, emprendiendo a paso ligero la marcha hacia la puerta, logrando entrar, los de a pie fueron capturados.
Quedando Ruy Páez en la villa de su señorío.
Martín Alfonso organizo las defensas e impidió que fuese tomada.
Cuando llegó la ayuda de Espejo, al tercer día, los nazari ya habían decidido abandonar el asedio dejando el lugar en manos cristianas.
viernes, 23 de julio de 2010
domingo, 4 de julio de 2010
Postales Castreñas
Se trata de un lote de dos postales de lugares emblemáticos de Castro, la plaza San Fernando y El llano de San Rafael; los dos, además son de “calle carrera”.
La mas Antigua es la del triunfo de San Rafael, realizada por Foto Recio; se encuentra escrita por el reverso; una felicitación a la familia Luque por parte de la Srta. Carmen Urbano.
Al fondo podemos ver un automóvil que se destinaba a Taxi; de nuestro vecino de la Villa, Juan Antonio. Este vehiculo no llegué a conocerlo; tan solo le conocí el ultimo que tuvo un SEAT 1430; mi padre quiere recordar que era un Crysler.
Si aumentas la foto veras una niña sentada junto a la verja del Triunfo (esa que en los días de lluvia daba calambre) con una bellísima sonrisa ¿quien será?
La de la plaza, es más moderna de ediciones ARRIBAS en Zaragoza. La podríamos datar, ya que observamos otro Crysler, este mas moderno, y creo que su propietario era nuestro amigo Luís el Carteyano (maestro jubilado y ferroviario activo).
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