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Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

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¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

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sábado, 2 de febrero de 2013

Una escultura de Antonio Cano en Castro del Río.


Hace unos días; inmerso en la investigación de un nuevo post y buscando un cuadro que debía estar por allí, visite el cementerio de nuestro pueblo; el cuadro en cuestión no lo encontré pero si material para esta entrada.

Me voy a basar; exclusivamente, en la parte artística que pueda resultar de las pesquisas realizadas sobre el autor de una de las tumbas existente en este campo santo.

Observando los detalles de uno de los mausoleos detecto que en la parte posterior está grabado el nombre del autor; como se sonaba me llamo más la atención, asi que me puse manos a la obra.
 

El panteón lo encontramos al entrar al segundo patio, el primero a la derecha. Esta  decorado con una escultura de mármol blanco de carrara que representa un Cristo  yacente de un gran realismo. Esta escultura realizada por el escultor granadino Antonio Cano Correa en  1943 obtuvo la Tercera Medalla en el concurso nacional de Bellas Artes en la modalidad de esculturas.
 
 

Antonio  Cano Correa nació en Guájar-Fargüit, Granada, el 4 de febrero de 1909. Tras una interesante estancia en el Madrid de la II República, obtuvo su título en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia. Después de la inauguración, en 1945, de su Alonso Cano, en la Plaza Arzobispal de Granada, obtuvo la cátedra de talla en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, donde ejerció su magisterio hasta su jubilación, en 1978.

 

Entre sus monumentos públicos, en Sevilla y su provincia, destacan: Alfonso X El Sabio, de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, los relieves de la Portada de la Facultad de Derecho, las Muchachas al Sol, de la Glorieta de los Alféreces Provisionales y relieves y estatuas de la Iglesia de los Maristas de Sanlúcar la Mayor.
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Cano_Correa
http://www.antoniocano.com/
 


 

jueves, 2 de agosto de 2012

Documentos inéditos.

Como decía a principios de los 80 aquella canción de Vainica Doble que servía de sintonía en el programa de Sánchez Dragó. Biblioteca Nacional. Todo, todo, todo está en los libros. Pues todo está en los libros, “el problema” viene cuando todos los libros no se encuentran en las bibliotecas accesibles al público.
 Hecha esta introducción y al hilo de la maravillosa explosión de documentos antiguos y datos que están saliendo a la luz referente a Castro del Río, me sumo y me coloco en el extremo del trampolín con el reto del “Mas difícil todavía”.
 Voy a pegar unas imágenes inéditas de un documento único que está aún en estudio. Estoy indagando a ver si consigo el nombre del autor, como mínimo.
 Se trata de un inventario de los objetos de las iglesias de Castro del Río antes de la guerra Civil. No tiene fecha pero está escrito sobre citaciones a pleno del ayuntamiento de Córdoba en tiempos de la República.

 Encontramos en él: Título y descripción de las Iglesias:

 - Parroquia de Nª Señora de la Asunción.
 - Ermita de Nª. Sra. De la Salud (Patrona).
 - Ermita de San Juan.
 - Ermita del Santo Cristo de las Victorias.
 - Parroquia del Carmen de Castro del Río.
 - Iglesia de Madre de Dios.
 - Iglesia de Nª Sra. Del Puerto.

 Asi mismo hace un elenco de Ornamentos, objetos de culto, alhajas, reliquias, altares, cuadros e imágenes sin descripción artística.
 Para abrir boca cortaré y pegaré los referentes a la Virgen de la Salud ¡Por ser vecina de mi madre en estos momentos!.
 P.D.
     Este blog también se suma a las marcas de agua en las fotos pero no a la publicación por fascículos.

sábado, 14 de mayo de 2011

Una nueva tumba de época romana.

El próximo viernes asistiré a una exposición organizada por los jovenes arqueólogos Antonio Criado y Manuel Cobos. Allí veremos el rico ajuar funerario encontrado en una tumba en la calle el Arco; han tenido la brillante idea de mostrar las piezas antes de ser trasladadas a Córdoba. No se piensen ustedes que van al flamante museo arqueológico de la capital, sino a un almacén de piezas arqueológicas situado en un antiguo silo; no me debo de callar, que hace poco la policía incautaba unas piezas procedente de éste que se habían extraviado años antes y habían ido a parar por culpa del azar a una casa de subastas.


Que yo recuerde, ésta es la tercera exposición que se celebra en este pueblo de piezas arqueológicas; pero también tengo que decir, que es la primera vez que las piezas de la exposición son extraídas del suelo en unas condiciones medianamente aceptables para su estudio por personal cualificado.

A las pocas horas de aparecer todo el pueblo sabía que era una ciudadana romana; y no rumana, la enterrada allí(Desconozco si en este pueblo se le ha dado sepultura a alguna persona de ese país, lo que si se, es que tenemos de vecinos un numeroso grupo de habitantes de ese origen).
La época por lo visto debía ser anterior a la actual. Más de uno se interesó por los anillos de oro; por si podría ocupar algún dedo de su mano; como el zapato de Cenicienta; el tamaño hacia descartar cualquier parentesco con los allí presente. Debía ser persona joven . Además la preparación del enterramiento con su ajuar hacia pensar que la muerte debía haber sido de forma natural, así que quedaba anulada la investigación policial por asesinato.




Recordaba yo, de hace años, unas pegatinas que comenzaban a colocarse en los cascos de los motoristas, y que decían “En caso de accidente no me quites el casco” algún tiempo después me hizo gracia ver otra que decía “Ni la cartera”. Esto debió pensar la pobre chica enterrada allí cuando le robaban sus pertenencias, recipientes que contenían hierbas, aceites, perfumes, lágrimas de sus allegados, sus joyas mas preciadas; todo ello preparado para el mas allá, para la otra vida ¿Qué le ha quedado para pagar al barquero Caronte? .Su espíritu vagará 1000 años sin descanso.




El ajuar por lo visto es bastante interesante, pero para mí, lo que mas aporta esta tumba es información para ir completando el mapa arqueológico de Castro, que podemos ir hilvanando con otros apuntes:

En los años sesenta del siglo pasado, unas obras sacaban a la luz una necrópolis en la calle Ancha, esta información me llego de manos de Pepe Villalba y según él, eran de época visigoda, muchas de ellas contenían ajuar. Pude comprobar en la última obra llevada a cabo en dicha calle la existencia de losas funerarias, descontextualizadas, y del mismo material que las hallada en la calle el Arco. Lo que nos hace pensar que la necrópolis es de un tamaño considerable. Para eso debemos imaginarnos el terreno sin las construcciones actuales.

Hace unos diez o quince años, en una obra de la calle el Baño aparecieron numerosos restos de época romana; los restos cerámicos que vi, me llevaron a pensar que pertenecían al época alto imperial. La conclusión que por entonces saqué era que los baños encontrados hace mucho tiempo en dicha calle y que le da nombre, no eran como se había venido diciendo de época islámica si no romana.

En la esquina de la calle el Baño esquina calle Moreno, a unos cien metros de la tumba que llamamos de la calle el Arco, en los años setenta, apareció una lápida de época romana, esta se había re-aprovechado como quicio de una puerta. Se encuentra actualmente en el ayuntamiento. Esta muy mal conservada; la piedra es de mina, negruzca con betas blancas.

Por el tipo de letras y por la leyenda se ha datado cronológicamente en el siglo I d.c., dos siglos antes que la de calle el Arco. La situación social es también diferente, el tipo de inscripción fue utilizado por esclavos y libertos. No tenemos noticias de ajuar para esta tumba. Las dos coinciden en ser enterramientos femeninos.

No sabemos si se cumplió lo que el marido y el hijo pedían para esta mujer allí enterrada y que quedo reflejado en un verso cincelado en la lapida “Te ruego, lapida, que te dejes caer suavemente sobre sus huesos; que por nuestro empeño no sufra una vez enterrada. Graeca, esclava, aquí está enterrada. Adiós lacco, tu compañero y ***** lo hizo (hicieron) a sus expensas”.

Lo que si es seguro que a su vecina el peso de la losa le machacó sus huesos y parte del ajuar.



Si esta lapida definitivamente es del mismo sitio donde se descubrió, podemos tener completado el mapa las necrópolis dependiente de la población de Castro del Río desde época ibérica republicana hasta final del imperio romano, Situándose el primero en el mismo terreno que el actual cementerio.

domingo, 30 de mayo de 2010

LAS TRES CRUCES





El título podría ser erróneo; al referirme a una sola cruz de piedra; lo he elegido por que en las fuentes la encontramos con tres nombres diferentes. La cruz de Marimontes, Mira Montes y MartiMontes. El primero es el más popular.


En 1834 la apartan del pedestal que durante siglos le ha robado notoriedad o quizás al contrario, y la instalan en el cementerio Municipal.

Hoy podemos encontrarla en el lugar donde se ubicó definitivamente, habiendo sido "restaurada" con métodos caseros, y se le ha despojado de una gruesa capa de cal que había ido formándose con muchos encalos. Presenta un refuerzo metálico por la aparición de algunas grietas que amenazaban con descomponer la cruz.

En mi época de monaguillo recuerdo como el sacerdote se colocaba delante de ella para dar la misa el día de los difuntos. Quedaba al margen derecho según entramos al segundo patio, el más grande. Actualmente tras la construcción de una nueva fila de nichos ha quedado encajonada.

Hace mucho tiempo escuché una teoría sobre si el nombre de Miramontes podía ser el verdadero. Ya que su situación anterior, era en la Puerta de Martos mirando hacia los montes de dicha localidad.

De Martos vinieron las fuerzas cristianas a conquistar Castro en 1232 "Levantando la cruz sobre las torres de Castro, y desalojando el infame Alcoran de su recinto".

En las fuentes escritas encontramos numerosas referencias a la cruz pero siempre condenada a la importancia de su pedestal.

El pedestal de época romana Alto imperial fué encontrado en Izcar, y no sabemos como ni cuando fué traído a Castro.

Los primeros estudios de epigrafía los realizan Ambrosio de Morales y Juán Fernández Franco. Eruditos del siglo XVI.

Ficha:

Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba –CE000036

Material: Arenisca Beige

Técnica: Cincelado, Esculpido.

Descripción: Pedestal de forma prismática cuadrangular de sección casi cuadrada. La parte superior, aunque rota, presenta un hueco rectangular de 16 cm. de profundidad. Igualmente la moldura o cornisa superior se encuentra muy perdida. En el frente del cuerpo central y los costados tiene molduras simples. Una inscripción se dispone en el frente enmarcada por una de estas molduras (cimacio inverso). El campo epigráfico se dispone en 17 líneas. Letra capital (la última línea con tendencia a libraría) de 4,2 cm. altura en las líneas 1-4 y 2,5 cm. en el resto. Interpunción triangular. El cuerpo central se apoya sobre una molduración inferior compuesta de caveto, cima y bocel, y bajo ella zócalo cuadrangular. El frente de esta molduración y zócalo se encuentra retallado en época posterior, así corno las aristas del cuerpo central que están biseladas.



Inscripciones/Leyendas : Frente del pedestal, Esculpido, Capital (líneas 1-16) y libraria (última línea), Latín, Honorífico

LICINIAE • Q(uinti) • F(iliae) / RUFINAE / SACERDOTI / PERPETUAE / IN COL(onia) • C(laritate) • IUL(ia) • ET • IN / MUNIC(ipio) • C(ontributensi) • IPSC(ensi) • / ET • IN MUNIC(ipio) • FLOR(entino) / ILIBERRIT(ano) • AMAN- / TISSIMAE • CIVIUM / SUORUM / PLEBS CONTRIB(utensis) • IPSC(ensis) / OB MERITA • EIUS / STATUAM • AERE • CON- / LATO • D(ono) • D(edit) • / LICINIA • Q(uinti) • F(ilia) • RUFINA / HONORE • ACCEPTO / IMPENSAM REMISIT ("A Licinia Rufina, hija de Quinto, sacerdotisa perpetua en la Colonia Claritas Julia (en el Municipio Castro Prisco) y en el Municipio Florentino Iliberritano, amantísima de sus paisanos, la República Contributa Ipscense, por sus méritos, le dedicó una estatua de bronce por suscripción pública. Licina Rufina, hija de Quinto, habiendo aceptado el honor, condonó el gasto.") [Trascripción según CIL II 2/5
Traducción según cartela de su exposición en el MAECO] ;

Clasificación Razonada: Stylow fecha la pieza en la segunda mitad del siglo II o principios del III por el tipo de letra y la fórmula empleada. La parte inferior de esta pieza ha sido retallada en Época Moderna en su molduración y zócalo para transformar su frente en una moldura al gusto de la época, cuando fue reutilizada para sostener la cruz de Mira Montes en la población cordobesa de Castro del Río.


 
 

sábado, 1 de mayo de 2010

Persecución en el cementerio.


Ni en los mismísimos años de mi apogeo como ladrón de secretos de estado; los cuales vendía a un famoso banquero de este país; había visto tanta seguridad. Al menos quince personas custodiaban la excavación.
  Fué en el Palacio Real donde al coger una carpeta equivocada hallé aquellos documentos. Me los quedé por que encontré una referencia a Castro del Río subrayada en la primera hoja; y claro yo era de ese pueblo.
  Después de retirarme de esa profesión, tan peligrosa en estos momentos, Decidí dedicarme de lleno a aquellos jeroglíficos. Durante veinte años fuí recabando información, sin organizar lo que iba recogiendo.
  No fue fácil, pués las dos piezas de las que "hablaban" los papeles, se encontraban dispersas, tenía localizada la más importante: "El Pedestal". Este se encontraba en un importante museo. Acudí varias veces a visitarla y observarla. La última vez, saqué del bolsillo el viejo documento y escribí las mismas palabras que Rufina había marcado en aquella piedra con diferente grafía y que me serviríron para resolver parte del enigma.
   La entrevista que mantuve hace algunos días con un viejo historiador de este pueblo, me sirvió para dar con el paradero de la cruz de Miramontes. A cambio le revelé la situación del pedestal. Su informador me comentaba fué el mismísimo Conde de La Estrella, yo me abstuve de dar explicaciones que me pudieran comprometer.
  La cruz se encontraba en el cementerio castreño, fué instalada allí a mediados del siglo XIX y nadie podía adivinar que tuviera labrado en su lateral una importante revelación.
  Para evitar testigos elegí una noche lluviosa. Agarré el carburero y apunté su luz hacia la piedra. La desilusión me invadió. La piedra había sido cincelada de nuevo y las letras borradas.
  Fué al marcharme cuando observé al fondo del campo santo aquella extraña excavación. Los vigilantes se habían recogido en sus garitas para ponerse a salvo de la tormenta que en esos momentos arreciaba. "La eterna curiosidad" me pudo otra vez. Me arrastré hasta llegar al filo del corte en la tierra y tomé unas fotos. El fogonazo del flash me delató. Saltaron las alarmas, todos me buscaban; me escondí en un viejo nicho; reconocí a uno de ellos; un empleado jubilado de la antigua fábrica de armas, le seguía una persona mayor, que calado hasta los huesos iba lamentándose de haber estado excavando en el famoso valle de los reyes de Egipto y ahora hacía de vigilante en un cementerio de un pueblo de poca monta. Mientras, alguien gritaba !no puede escapar con la fotografía!. Logré dadles esquinazo pues estaba mas preparado que ellos en eso de la fuga y conocía el lugar a la perfección. En el camino dejé la cámara en un hueco que ahora no recuerdo.
  Aunque estoy seguro que algún día daré con ella y extraeré el soporte que me lleve a una nueva aventura.

Las 3 imágenes son de Google