..

Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

.

¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

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martes, 21 de septiembre de 2021

Restos de construcciones Industriales en Castro del Río. Las Torres de los Molinos aceiteros de Viga y Quintal.

                                                     Foto del asunto que nos trae. Castella.

Introducción.
Una de las cosa buenas que tiene escribir en estos medios es que garantiza la durabilidad de tu escritos. Otra es, que no tienen por que ser bueno para que te lo publiquen. Estas cuestiones son idénticas; por lo que conocemos hasta el momento, al subir a Internet tu obra. A priori parece que va a durar más que el hormigón de los romanos.
 En el fondo; y con resignación, esto es lo único que puedo hacer y que al parecer va a perdurar en el tiempo. Lamentablemente no será así para los protagonistas de mis últimas publicaciones en la revista de Feria. 
 El periodo que voy a intentar abarcar es el de la Pre industrialización y la industrialización, para luego centrarme en una de las actividades que la comprende, y es la que me aportará el tema principal.
 Con esto no piensen que trato de reescribir la historia económica de esta población donde su principal fuente de ingreso ha sido la agricultura. No por ello podemos dejar a un lado el peso de la industria en Castro del Río, que, lejos de ser algo marginal tuvo bastante relevancia. 
 Estas industrias nos han ido aportando durante estos años un patrimonio inmobiliario que aun podemos observar repartido por nuestro entorno, principalmente cerca de río. Estos inmuebles son cada días más escasos pero aún podemos encontrar algunos ejemplos dispersos de cada actividad. 
Los Molinos harineros. 
El año pasado abordé la necesidad de intentar salvar el último molino harinero que queda en nuestro casco urbano, El Molino Poncima o de Aguayo (https://www.uco.es/meridies/images/docs/molinodeponcima.pdf). 
 Tenemos otro muy cerca; a un par de kilómetros río arriba, en el mismo estado. El de Las Laderas ( https://www.uco.es/meridies/images/docs/molinodelasladeras.pdf ) . 
Antaño, la cantidad de estos molinos sobre el cauce del río que baña nuestra población llevó a los árabes a renombrar el Salsum de los romanos por otro en su lengua. Guadajoz, río del Pan. 
 Al día de hoy podemos apreciar que dicho molino está en estado de derrumbe eminente habiendo empeorado en los últimos meses. Apuesto que la techumbre no da este invierno. 
La misma suerte que la de los molinos han corrido sus norias. Era de tal importancia la actividad harinera en esta población que las norias trabajaban 12 horas para riego y otras doce para mover el empiedro de estos molinos a mediados del siglo XVIII.
 En 1754 el Marques de la Ensenada realiza el catastro sobre Castro del Río y enumera los molinos harineros dando un resultado de 6 Molinos. El mayor de ellos contaba con cuatro muelas. El de Aguayo o Poncima por ejemplo, dice que tiene dos. 
 En 1891 se recoge uno más, y son los siguientes: El de la Alameda (de Francisco Rodríguez Carretero y Osuna), el de Las Laderas (de Santiago Millán y Aranda y condueños), El de Aguayo (de Andres Rodríguez y Castro y condueños), Maderuelo (propiedad de los mismos de Aguayo), El de Hospital (de Gabriel Lovera y condueños) y el del Carmen (de Francisco Carretero). 
Fábrica de la Luz y azuda.


Las Fábrica de Luz.
 (Fotos fabrica de la luz)
 De las dos “Fabricas de la Luz” que estuvieron en funcionamiento en el siglo pasado en la Localidad podemos encontrar una de ellas con el Edificio en pie, y por lo que podemos apreciaren buen estado. Se encuentra justo al lado del puente (desde ahí podemos además apreciar su azuda) que se construyo en la circunvalación de la carretera de Montoro, aunque la entrada es por la N-432. De la otra, la del Campamento, aun quedan vestigios camuflados en el colegio que allí se encuentra.
                                                             Restos de un tejar

 Tejas y Ladrillos
(Foto tejares) 
Estamos de suerte porque, si nos empeñamos, podemos encontrar aun algún tejar familiar; de los muchos que estuvieron en funcionamiento en nuestra vega, camuflados entre las nuevas construcciones. De las dos cerámicas de bastante entidad y grandes hornos que existieron ya no encontramos resto alguno.
 Miles(o millones) de ladrillos castreños nos encontramos en los muros de los edificios construidos en Sevilla para la Exposición Iberoamericana de 1929.
 En 1754 existen en esta villa seis hornos de Cocer Tejas y Ladrillos. En 1891 nos encontramos con uno más. 
 Los propietarios de los hornos son: Rafael Sánchez- Rincón Tienda, Diego Melendo Merino, Francisco Castilla García, Bernardo Sánchez Bello, Francisco Millán Povedano, Jose Moreno Moral, Diego Sánchez. 
 Muchos de estos apellidos están presentes en los últimos propietarios de dichos hornos.
 Chocolates.
 Existió a principios del XIX una fábrica de chocolates que merece la pena recordad porque el edificio se mantiene aún en pie y bien conservado. Estuvo instalada donde hoy encontramos el reñidero en la calle Rincón, y como no podía ser de otra manera la marca de los chocolates era “Los dos Gallos”. 



                                                      Interior Bar Los Molinos
        

Los Molinos Aceiteros. 

 Por último hablaremos de la industria más numerosa y la más representativa de Castro del Río como son, los molinos de aceites. En ellos es donde podemos observar la evolución en la maquinaria. Desde el prensado por el apriete de una viga a la prensa hidráulica. De la utilización de animales para mover las piedras al motor, ya sea de gas-oil o eléctrico hasta evolucionar en los modernos molinos actuales. Hasta hace poco hemos podido comprobar cómo algunos molinos, que por abandono de la actividad hace bastantes años, habían quedado fosilizados. Ofreciéndonos una visión perfecta de los viejos molinos donde no había llegado la revolución industrial o se encontraban en la antesala. Creo que hoy en día están todos desmontados por falta de interés. 
La industria aceitera en Castro del Río era bastante numerosa. El Catastro de Ensenada nos dice que en 1754 existían 24 Molinos para moler aceitunas. La mayoría eran de 3 vigas y una muela aunque encontramos uno mucho mayor con 4 vigas y dos muelas. Casi todos tenían su bodega. 
 Sus propietarios eran hacendados, la mayoría no residentes. Los agricultores castreños podían elegir el que más le conviniese. Esta opción, me imagino, provocaría un intento de mejora en el servicio a los agricultores al existir una verdadera competencia. En el caso contrario encontramos Baena;( me ha parecido conveniente consultar el número de molinos en las localidades vecinas para hacernos una idea del peso de esta industria en esta villa) donde nos dice Ensenada que tan solo vio uno, y que era propiedad de un único dueño, el Ducado de Baena. No podemos caer el error de pensar que con un único molino se podría molturar toda la aceituna de su término, más bien creo que se refiere a un solo propietario. Dicho molino estaba compuesto por 24 vigas y 24 piedras. Espejo, tan solo tendría 3 molinos aceiteros. 
En 1813 existen 26, dos más en 1857, 32 en 1862 y 36 en 1886. La inmensa mayoría de ellos se encuentran en la salida hacia Baena formando un polígono industrial casi en exclusivo para esta actividad. Es por ello por lo que se conoce esa calle por “Los Molinos” compartiendo la denominación con calle Baena. 
Había otros repartidos por la población; siempre cercanos al río, y otros en su término. Tuve la suerte de conocer uno en perfecto estado, el molino de Las Cebaderas. He vuelto hace poco por allí y ya está todo destruido. Por entonces le dedique una reseña en mi blog:  http://historiasdecastrodelrio.blogspot.com/2011/11/cicerone-de-cicerone.html. 
Estas industrias han ido aportando durante años una cantidad importante de restos arquitectónicos. Estos mismos años, a su vez, se han encargado de destruirlos. La puntilla, la voraz actividad constructora de hacer un par de décadas. Inútil principalmente, ya que a mi modesta opinión, la población castreña no ha crecido y casi podemos encontrar el mismo número de casas construidas en terrenos recalificados, como casa vacías encontramos en el casco urbano. 
 En plan industrial la observación es la misma. Polígonos industriales sin desarrollar con nula disponibilidad de suelo. Agotados, frutos de la especulación y construcciones que para nada son las lógicas en estos lugares. 
 Hoy en día aun podemos encontrar en pie fachadas, cancelas, letreros cerámicos y otros restos. Alguno, aunque destinado a otras cuestiones mantiene algún tipo de distribución y arcos originales en su interior. 
 Cabe destacar el antiguo molino de Carbonell construido en la primera década del siglo pasado sobre otro más antiguo, El de Ramiro. Actualmente está convertido en Museo. Al parecer se habría respetado parcialmente su fachada, convirtiendo su torre de contrapeso en un mirador. 


 (Foto Carbonell) 
La empresa Carbonell. También instaló una gran fábrica en el llano Almagro de la que ya no existe restos alguno. 
Todo esto he tenido que escribir para encajar el asunto que me trae y crear contexto para mi tema principal que es el de” Las Torres de contrapeso de los molinos de Viga y Quintal”.



 Actualmente tan solo quedan dos de las muchas que se levantaron en este pueblo (También están casi desaparecidas en el resto de poblaciones donde se utilizó este método de presión). Son dos claros ejemplos de los tres tipos de torres que existieron (aunque me han dicho que en el Molino del Carmen pudiera conservarse aún su torre, que era maciza). 
 Tan solo cruzar el puente hacia la calle los Molinos a la izquierda visualizaremos una de estas torres. Es hueca y aun mantiene la hornacina, la capilla y los agarres de la estructura de madera que sujetaba los anclajes de la viga de presión.
(Foto Antigua Castella) 
 A unos metros y ya metidos en la calle nos encontramos una imponente Torre- vigía perteneciente al Molino de Agrofurisa. Actualmente en desuso.
 Se halla en muy buena conservación. Esta tiene una particularidad muy importante que la diferencia con otras de su estilo y es la de tener las escaleras por fuera de la torre.
 Estas Torres- vigías solían entrar en competencia con otras de su entorno por la altura, por lo que no podemos descartar que existieran otras de esas características. 
 Muy hábilmente y mejor gusto, el diseñador del edificio de viviendas de enfrente; donde antiguamente estuvo la fabricas de muebles de olivos de Joaquín Salido, ha creado un tipo de torre que sobresale de sobre él y que alberga el hueco del ascensor, creando visualmente una curiosa imagen. 
 La misma altura tiene; según mi opinión, la posible torre del molino de Carbonell . Esta aloja en su interior una vivienda y en la parte superior se aprovecharon sus vanos para hermosearlos con unas ventanas estilo mudéjar, resultando un curioso y bello mirador.
 El diseño arquitectónico de las torres de contrapeso de los molinos aceiteros variará en su decoración según el estilo (renacentista, barroco o neoclásico) y la época de construcción. Según el lugar donde se instalaran; algunas en el mismo casco urbano; la preocupación ornamental era más importante que las que encontramos en caseríos distantes. . Generalmente fueron levantadas con un tejado a cuatro aguas y aleros perimetrales, solían estar rematadas por un chapitel terminado en cruz y veleta. El acceso al mirador de las torres vigías se solía hacer por estrechas y empinadas escaleras. 
Estos elementos arquitectónicos que perduran, tan particulares y a la vez tan escasos, son señas de identidad de nuestro pueblo. (Foto moderna de las torres) 
Estamos tan acostumbrados a ellas que posiblemente nos resulte un apéndice más del paisaje que normalmente vemos a diario. Mimetizadas en su entorno. Puente, río, estatua. Ahora para allá, ahora cruzo el puente, ahora subo la cuesta de Los Mesones, ahora me asomo al Mirador.. Siguen allí, impasibles, sin que nadie les eche cuenta……………….. 
¡Escribe tú su final! 
Fuentes consultadas dignas de nombrar: 
 La Villa de Castro del Río 1833-1923. Aspectos Económicos, políticos y Sociales. Francisco López Villatoro. 
Guía de Córdoba y su Provincia para 1891 y 1892. M.Cabronero. 
Aproximación al estudio de la piedra molinaza o arenisca roja como material tradicional para la construcción de antiguas Almazaras en el Alto Guadalquivir Cordobés: Un análisis histórico-técnico de los molinos aceiteros con prensa-naves torreadas (1700-1900).Alberto Moreno Vega. 
Las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada. http://pares.mcu.es .


Después de escribir el articulo conocí esta foto donde podemos encontrar un montón de Torres miradores.

Diego L. Urbano Mármol.

lunes, 9 de septiembre de 2019

Breve resumen de la dilatada vida militar, política y empresarial de un personaje del Siglo XIX enterrado en el cementerio de Castro del Río.


          Breve resumen de la dilatada vida militar, política y empresarial de un personaje del Siglo XIX enterrado en el cementerio de Castro del Río.
Cuando uno no sabe por dónde empezar a escribir una historia o le cuesta  comenzar a hilvanar una idea y plasmarla en el papel; máxime cuando mi intenciones para la revista de Feria 2019 eran otras; la inicial versaba  sobre “La Platería Cordobesa en esta población”, pero a ultima hora fue desbancada de mi cabeza por el personaje que pronto conoceréis y que los más allegados; con tan solo el titulo, ya habrán acertado.
Tomando café,  me vino la inspiración al ver como una persona comenzaba a leer el periódico desde la última página hacia adelante. Copiándole comenzaré la historia por el final, pues.
En el primer patio del cementerio de este pueblo a mano derecha, en los últimos nichos antes de pasar al segundo patio,  nos encontramos con una lápida  que contiene el nombre de dos personas. El primero y  protagonista de este artículo  dice: Excelentísimo Señor Teniente General D. Manuel Lorenzo Oterino. Condecorado con las grandes Cruces de San Hermenegildo, San Fernando y la de Isabel La Católica.+ 7 Octubre 1847. A su lado; en la misma lápida se encuentra el  cuñado de este: El Ilustrísimo Sr. Brigadier D. Manuel Mª. De Arcaya y Manzano., Condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y Placa Cruz de San Hermenegildo. +  2 Junio 1848. Este último era hermano de su mujer.
Foto (5)
Lápida
El sitio se encuentra; pese a ser de las tumbas más antigua del cementerio, generalmente bien de obra y cuidada, aunque el enlucido se observa poco firme, se sostiene a base de muchas capas de cal.. Delante podemos encotrar una pequeña jardinera con unas florecillas de plástico en buen estado que tuve que retirar para poder fotografiarla al completo. No sé, pero tengo una corazonada de quién puede estar detrás de su mantenimiento.
En el 2011 le dediqué en mi blog “Historias de Castro del Río” una entrada a este misterioso personaje. Prometí  continuar con artículos más extensos.
Por esa época,  lo que se podía encontrar de este condenado al ostracismo; el General Lorenzo, eran múltiples  y breves referencias de su vida militar, y, noticias de un acontecimiento que le catapultó para ser un personaje histórico importante del siglo XIX, al menos en Cuba.
No niego mi falta de tiempo y  cualidades para organizar tantos apuntes de este señor, aunque lo que más afectó al abandono de este complicado proyecto fue la presentación al año siguiente;, el 2012, de un interesantísimo y serio trabajo a modo de tesis Doctoral en la Universidad Complutense de Madrid  por parte de Manuel Muriel Hernández, se tituló “Manuel Lorenzo: Militar y gobernador de Santiago de Cuba”.
Complejísimo trabajo por la dificultad a la hora de encontrar en los archivos muchos de los episodios donde participó Manuel Lorenzo. Sus enemigos y las dificultades políticas de ese periodo le privaron en muchos momentos del protagonismo que se merecía. Otro problema añadido es que no se preocupó de tener  su propio biógrafo.
Manuel Lorenzo nació en Salamanca el 29 de Octubre de 1785. Proveniente de una familia humilde; su padre era herrero, alcanzo los grados más superiores en el ejercito, destinados en otros tiempo a las familias altas  y a la burguesía. Fue la caída del antiguo Régimen a principios de siglo, los nuevos cambios políticos que se producían con los altibajos del absolutismo, el empuje del liberalismo,  su destreza y valentía en la batalla, y la suerte lo que lo catapultaron. . Manuel Lorenzo fue un hombre con mucha suerte en el campo de batalla y en la política.
Leyendo la historia de este hombre que conoció: los reinados de Carlos III, Carlos IV, Fernando VII e Isabel II que luchó en la Guerra de La Independencia contra los de Napoleón, contra los de Simón Bolívar en Venezuela, en las Guerras Carlistas y,   ser  superviviente de un  siglo donde se  registraron cerca de 200 pronunciamientos militares, me hacía recordar  simpáticamente “esta historia la coge Santiago Posteguillo y escribe una trilogía”
Es asombrosa la actividad tan frenética de este hombre durante sus  62 años de vida, sobre todo en su periodo militar.
Foto (3)
Grabado. Lo he adquirido yo.
No era todo pelear, también cosechó bastantes amistades. Una de ellas fue la que le llevó a establecer  Castro del Río como centro de sus negocios; una vez en el retiro. Parece  ser que la amistad con el regidor liberal de la villa de Castro del Río, José María del Río Tejada , con el que tejió importantes lazos fue el detonante.
Es posible que Del Río Tejada fuese la persona que influyera para que el General se presentara  para el  senado por la provincia de Córdoba. En Castro cosechó un número importante de votos pero no llegó a ser elegido.
Foto(4)
Casas en calle Alta.
Desde Castro; donde compró dos casas en la calle Alta en 1840,  dirigió las propiedades que poseía en la campiña de Baena, Montilla y Castro, casi todas  provenientes de las puestas en venta de la iglesia por la desamortización de Mendizábal.
A partir de 1843 cuando pasa a la reserva el General  tan solo se le conoce esta residencia.
Foto(1)
Retrato del General. En el año 2012 cuando publiqué la foto el cuadro estaba a la venta en Todocolección. Hoy mismo lo podemos encontrar en una casa de subasta con un precio de salida de 15.000 euros.
Demostró ser una persona hábil en los negocios. Creó una sociedad; bastante insólita para la época; pues  su mujer,  la venezolana Ana de Arcaya, tenia plenos poderes, por igual  que el otro socio su amigo, José María del Río, llamada “Río de Tejada, Arcaya y compañía” la cual le reportó pingues beneficios.
Manuel Lorenzo parece bien integrado en el pueblo pese al malestar que le produce los choques con las familias  adineradas; mayoritariamente de signo absolutista, entre ellos el conde de la Estrella, y de la vigilancia y control que se le mantenía desde el gobierno, ahora de otro signo. Manuel Lorenzo fue unos de los pilares que mantuvo  a Espartero en la regencia.
En  1844 abandona la calle Alta;  sobre todo para alejarse de los ambientes más conservadores, para mudarse a la calle La Tercia; calle más céntrica y comercial,  en donde construye una casa de lujo. (A mi siempre se me ha antojado sea esa casa la que se encuentra frente al Liceo.)
Al año siguiente se casa en la localidad una de sus hijas, Emilia,  con Fernando Palacios y Rando, Comandante graduado, lo que supondría un gran acontecimiento social en Castro. El  matrimonio también apostaría por esta población  pues también aparece como propietarios de terreno en Castro del Río. Lorenzo tenía invertido más de tres millones de reales en este territorio.
El General se dedica a visitar y controlar sus propiedades y tan solo se ausenta del pueblo  para visitar algún balneario para  así mejorar su maltrecha salud. Normalmente acude al de Cestona, Guipúzcoa.
El 30 de Agosto de 1847 le concede la reina permiso por cuatro meses para viajar a tomar las aguas pero no se desplazo, debía estar muy enfermo. El 7 de octubre murió el general de los ejércitos en su domicilio castreño. El funeral se celebró con poco ornato religioso. Fue enterrado en un simple nicho como fue su voluntad. El testamento deja entrever  su condición política, liberal progresista.
Por esa fecha ya no existe la sociedad ni se encuentra como albacea testamentario; aunque sí lo fue en el momento de su redacción, a  José María del Río, se supone que la relación se había enfriado. Tenía 62 años.
Ana de Arcaya tras la muerte de su esposo fija su residencia en Madrid.
Manuel Lorenzo Oterino ingresó en el ejército en 1802. Inició su formación como soldado. La guerra de la independencia estalla y encuentra  la oportunidad de mostrar su valía en el campo de batalla, durante la contienda es  herido en el cuello y hecho prisionero pero consigue escapar desde el país vecino, volviendo al frente. Participa en la expulsión de los franceses,  persiguiéndolo hasta en su propio territorio. Acaba la guerra con el grado de Teniente.
Se embarca hacia Venezuela en 1815 al mando del General Morillo “El Pacificador”, Gobernador y Capitán General de Venezuela. Permaneció  ocho años hasta la capitulación.  En Venezuela  tuvo la oportunidad de ordenar cuerpos de envergaduras. Cosechando importantes victorias que le ayudaron a darse a conocer
De vuelta a España pasa al adiestramiento de nuevos soldados en el Regimiento Córdoba nº9 , alcanzando el grado de Brigadier antes del inicio de la Guerra Carlista.
Comenzada la guerra; de la que presumía haber pegado el primer tiro en defensa de la reina, en 1833 hace preso al general Santos Ladrón, que había penetrado en España a la cabeza de un millar de realistas, al que fusiló en Pamplona, se le concede el empleo de Mariscal de Campo.
Entendemos que Manuel Lorenzo era un rival importante para aquellos mandos que buscaban un buen lugar en la corte. Incompresiblemente; pues era uno de los jefes que más victorias estaba cosechando incluso como premio la Reina Isabel II le quiso obsequiar  con el título de Marqués de Nazar y Asarta, el cual el rechazó, fue  enviado y designado a Cuba como Gobernador Político y Militar de Santiago De Cuba en 1835.
Una actuación suya en la isla en 1836; quizás el hecho más relevante de su carrera,  propiciada  por diferentes circunstancias,  le llevó a proclamar la Constitución de 1812, la cual juró. Estuvo a punto de desembocar en una guerra Civil con los de la Habana, donde residía el Capitán general de la isla Miguel Tacón. Lorenzo en 1837 es cesado, sumariado y expulsado a España.
Ya en España y antes de ser juzgado, el gobierno tiene que recurrir a él; pues los Carlistas están quebrantando las fuerzas Isabelinas,  para que se ponga al  frente de la Milicia Nacional. Cuerpo donde se sentía bien pues pensaba que era la única institución defensora de la Constitución. Por sus numerosas victorias fue elevado a Capitán General  de Castilla la Vieja y Extremadura y Capitán General del Campo de Gibraltar , también Senador por Alicante.
En 1841 era ya Teniente General. (Este Real decreto fue comunicado por Espartero a Lorenzo: “Atendiendo a los méritos y distinguidos servicios del Mariscal de Campo Manuel Lorenzo he venido en nombrarle, como Regente del Reino durante la menor edad de la Reina Doña Isabel segunda y en su real nombre a Teniente General de los Ejércitos Nacionales…”.).
En 1843 es senador por Cáceres.
Por las memorias del Brigadier Fernández de Cordova podemos hacernos una idea del personaje que tratamos en estos momentos: “La Reina Isabel Segunda y en su nombre el Gobierno de la Nación atendiendo a los méritos y servicios del Teniente General Manuel Lorenzo ha venido a conferirle el cargo de Comandante General del Campo de Gibraltar. Dado en Madrid a 10 de Agosto de 1843…” “Mandaba en el Campo de Gibraltar el teniente general D. Manuel Lorenzo, que tanto nombre alcanzó en las guerras carlistas, y cuyo valor heroico era bien conocido en todo el ejército. Él fue quien hizo prisionero en Los Arcos a D. Santos Ladrón, y quien en los últimos años de la lucha se presentó como émulo de Espartero para el mando en jefe del ejército. Después de la paz marchó a Cuba y como a su regreso fuera tratado con mucha dureza por el gobierno de la Regencia, se unió en el movimiento de Cataluña, y Serrano recompensó su apoyo con el mando del Campo de Gibraltar, puesto muy codiciado por entonces, porque reunía, entre sueldos y emolumentos más de cuarenta mil duros. Pero Lorenzo era un liberal convencido y no tardó en separarse del partido moderado”.
 A la comisión del senado le sorprendió la muerte del general cuando se estaba tramitando la 4º laureada por la toma de Logroño pero el Gobierno Moderado se la negó, para algunos la más merecida.
En definitiva Lorenzo destacó por ser infatigable, por su excelente visión del campo de batalla desplegando una fabulosa intrepidez que causaba admiración de sus amigos y terror entre sus enemigos. En todas las batallas se reservó el objetivo  principal y más peligroso.
Como  político y empresario podemos decir que fue también un hombre de éxito. Quién no lo tratado bien es la historia, al menos las Española. En Cuba no ha sido así. El episodio allí ocurrido es tan interesante, tan apasionante que,  haría falta otro artículo como este tan solo para las conclusiones.
Foto(2)
Sable del General vendido en 2011 por 2.300 euros en Todocolección
En Cuba medio mundo se le echó encima. Franceses, Estadounidenses, Ingleses, absolutista Españoles y sobre todo  comerciantes de esclavos que políticamente lo derrotaron en ultramar por ir en contra de sus intereses. Lo que proclamó Lorenzo no podía ser, y no fué.

Espero haber conseguido que hayas llegado hasta aquí y espero haber conseguido plasmar bien la figura del General  Manuel Lorenzo Oterino. Vale la pena si os interesa sigáis ahondando.
A los gobernantes locales le pediría no olvidar a estos personajes; y otros, a la hora de nombrar  calles.


Pie de Foto (1) Retrato del General. En el año 2012 cuando publiqué la foto el cuadro estaba a la venta en Todocolección. Hoy mismo lo podemos encontrar en una casa de subasta con un precio de salida de 15.000 euros.
Foto(2) Sable del General vendido en 2011 por 2.300 euros en Todocolección
Foto(3)Grabado.
Foto(4) Casas en calle Alta.
Foto(5) Lápida
                                                                                     Diego L. Urbano Mármol.


sábado, 2 de febrero de 2013

Una escultura de Antonio Cano en Castro del Río.


Hace unos días; inmerso en la investigación de un nuevo post y buscando un cuadro que debía estar por allí, visite el cementerio de nuestro pueblo; el cuadro en cuestión no lo encontré pero si material para esta entrada.

Me voy a basar; exclusivamente, en la parte artística que pueda resultar de las pesquisas realizadas sobre el autor de una de las tumbas existente en este campo santo.

Observando los detalles de uno de los mausoleos detecto que en la parte posterior está grabado el nombre del autor; como se sonaba me llamo más la atención, asi que me puse manos a la obra.
 

El panteón lo encontramos al entrar al segundo patio, el primero a la derecha. Esta  decorado con una escultura de mármol blanco de carrara que representa un Cristo  yacente de un gran realismo. Esta escultura realizada por el escultor granadino Antonio Cano Correa en  1943 obtuvo la Tercera Medalla en el concurso nacional de Bellas Artes en la modalidad de esculturas.
 
 

Antonio  Cano Correa nació en Guájar-Fargüit, Granada, el 4 de febrero de 1909. Tras una interesante estancia en el Madrid de la II República, obtuvo su título en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia. Después de la inauguración, en 1945, de su Alonso Cano, en la Plaza Arzobispal de Granada, obtuvo la cátedra de talla en la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, donde ejerció su magisterio hasta su jubilación, en 1978.

 

Entre sus monumentos públicos, en Sevilla y su provincia, destacan: Alfonso X El Sabio, de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, los relieves de la Portada de la Facultad de Derecho, las Muchachas al Sol, de la Glorieta de los Alféreces Provisionales y relieves y estatuas de la Iglesia de los Maristas de Sanlúcar la Mayor.
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Cano_Correa
http://www.antoniocano.com/
 


 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Castro del Río en el filo de las espadas francesas.




El inicio de la edad contemporánea en España viene marcado por un hecho bélico, la Guerra de la Independencia en 1808 contra nuestros vecinos invasores franceses.
La noticia del levantamiento el 7 de mayo de los habitantes de la capital del reino y el apoyo a la familia real secuestrada por Napoleón originó en España un movimiento de apoyo patriótico y de lealtad a los soberanos, sobre todo por parte de las clases sociales altas y del clero.
El ambiente prebélico existente hace que en Córdoba capital se organice un grupo militar llamado Vanguardia de Andalucía dirigido por el General vasco Echevarri  formado por jóvenes voluntarios y parte del ejercito con base en Córdoba. Se recibieron municiones, armas, hombres y caballos de distinto puntos de la provincia.
 Castro del Río va a apoyar la formación del conjunto militar de defensa con importantes aportaciones. En los primeros días se enviaron a la Capital cerca de 60.000 reales, 100 caballos, 45611 raciones de pan, 1256 fanegas de trigo y cebada y casi 3000 libras de carne, la contribución humana sumaba 516 almas.
El ejército formado en Córdoba entre individuos de tropas de línea y paisanos; unos 20.000 hombres y 3000 jinetes, plantaron cara al los franceses el 7 de Junio en el puente de Alcolea, intentando frenar su avance, pero la buena preparación de los 11.000 jóvenes gabachos que lo formaba inclinó rápidamente la balanza en la batalla a favor de esta máquina de guerra imperialista. No resultó suficiente la diferencia numérica, y, la capital era tomada y saqueada ese mismo día.
Córdoba fue arrasada, las casas y los templos despojados, las mujeres violadas, el terror se apoderó de los cordobeses durante 10 días. El miedo y la confusión se vive también en la provincia y desde Castro; por error, se envía algunos suministros a las tropas francesas acantonadas en Córdoba. Con este hecho se gano la autoridad castreña una gran reprimenda por parte de la  Junta Suprema de Sevilla y del Comandante General de la Vanguardia de Andalucía. Se les avisó de que se abstengan en lo sucesivo de prestar cualquier ayuda a los franceses bajo el castigo de sufrir las penas más severas y ser tachados de traidores.
El paso de un contingente de 6000 soldados españoles; que pernoctaron en la población, a últimos de junio y la noticia de la retirada del ejército francés de Córdoba, hacía pensar en algún gran acontecimiento militar.
La Junta Suprema de Andalucía con el General Castaños a la cabeza planta cara y vence a los franceses por primera vez en la Batalla de Bailen el 19 de julio de 1808. La rendición del ejército francés firmada por el General Dupont y la liberación de Andalucía fueron muy celebrada; en Castro se festejó con numerosos actos religiosos. Recordemos que la iglesia se veía fuertemente amenazada por la autoridad bonapartista. Napoleón retrataba a los españoles como “una chusma de aldeanos dirigida por una chusma de curas”.
Los  prisioneros hechos en Bailen: Dupont y dieciochos generales más, diez coroneles, once tenientes coroneles, ocho mayores, cuatrocientos cuarentas oficiales subalternos, doscientos cinco empleados en el ejército y ocho mil treinta y siete hombres de la clases de tropas fueron enviados hacia Cádiz para ser embarcados, la ruta marcada pasaba por Castro; que fue además elegida como zona de reclusión. Las Escuelas Reales, el Hospital de Jesús y algunas posadas son habilitadas como prisión Militar. Dupont prefería que su tropa se alojase en las inmediaciones de las poblaciones; los habitantes  de los pueblos tenían aun en sus memorias los desordenes y los abusos cometidos en el asedio de Córdoba por el ejército galo, así evitaba las provocaciones y la ira de los naturales. El 27 de julio se producen algunas quejas por parte de algunos miembros del clero castreño obligados a alojar en sus domicilios a  oficiales prisioneros de alta graduación.

 La situación geográfica de Castro del Rio  hace que las aportaciones económicas y de alimentos no tengan descanso; el puente del Guadajoz es muy utilizado para los movimientos de tropas de uno y otro bando; es constante la solicitud de ayuda por parte de las autoridades locales a  poblaciones vecinas para la preparación del rancho. Espejo envía 2000 raciones.
A lo largo de 1809 Córdoba y su provincia; ya libres de la ocupación francesa, se prepara mejor en labores de alistamiento, vigilancia y fortificación. La junta central aconseja formar Milicias Urbanas. Los castreños argumentan no tener medios económicos por estar la población muy castigada  económicamente desde la batalla de Alcolea. Los castreños pasarán a depender de Baena para la organización de una posible defensa, decisión que no fue bien recibida.
Los franceses vuelven a Córdoba en enero de 1910. El recibimiento por parte de los cordobeses fue excesivamente cordial,  quizás el mal recuerdo de la visita anterior y el miedo les llevo a tomar esa actitud. Las autoridades castreñas civiles y religiosas jurarán lealtad al recién instalado José I.
Salvo un suceso importante la vida en  la capital del valle de Guadajoz es de cierta calma, tan solo el tránsito por el término de grupos de rebeldes buscando apoyos y alimentos por las localidades colindantes y por su término marcarán  la preocupación del consistorio obligado a mantener  la seguridad.

El dominio francés no pasa del control de las ciudades, quedando las zonas rurales en poder de partidas de guerrilleros conocedores de la zona. Su éxito se basará en golpes rápidos  para luego disolverse y desaparecer en el monte. Esta forma de combatir al ejército francés; acostumbrado a plantar batalla en campo abierto, le produjo un deterioro progresivo. 
<<Esta maldita Guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido. >> Napoleón I.

El día 3 de septiembre de 1810 ocurrió un suceso que puso en peligro a la población. Enterados un grupo de guerrilleros españolistas que en Castro del Rio se encontraban un grupo de juramentados (grupo de españoles que estaban al servicio de los franceses) se presentó Don Manuel Torralbo que mandaba una partida de españoles para hostigarlos; al parecer, este grupo podría pertenecer a un pequeño ejército de 15.000 hombres bajo el mando del Marqués de la Romana que “según algunos testigos” habían oído decir estaban acampados en Valenzuela. El ataque se produjo por sorpresa; al amanecer unos 200 españolistas con ayuda de algunos vecinos atacaron a los afrancesados que tuvieron que refugiarse en el convento del Carmen donde se hicieron fuertes. La refriega duró hasta la noche. La tropa allí albergada aprovecho la oscuridad para escapar (1). Otras versiones  cuentan que se rindieron (2).
El gobernador francés; que debía ser el temido Mariscar Víctor (ya que este se había destacado por azotar la campiña), dispuso que el pueblo fuese castigado a “degüello y saqueo” durante dos horas y mandó tropas para que ejecutasen esa orden. Tras una negociación por parte de D. Antonio Carretero, la orden no se ejecutaría tras el pago de 200.000 reales que se sufragaron a los pocos días y la obligación de llevar a cabo una investigación de los hechos. Las pesquisas dieron por resultado: Que la presencia y los alborotos por parte del gentío; en los que sin duda habían participados algunos incautos y chiquillos; rehusando la presencia de “ningún eclesiástico ni de personas de mediana sensación”, era fruto de la curiosidad y la ignorancia y que nada tuvieron que ver en el motín.  En los disturbios resultaron heridos una mujer gravemente y un niño.
A primeros de octubre el verdugo de Córdoba Juan García “el maestro Juan” ahorcaba en la plaza de la Corredera al castreño Francisco Porcel, guarda campo, acusado como guerrillero participante en la invasión de Castro.

Dos meses más tarde mueren en una emboscada dos castreños miembros del servicio de vigilancia; llamado “los escopeteros”, en un cortijo.
Estos son los acontecimientos más importante vividos en la población hasta la proclamación de la constitución en 1812.
También dejaron los franceses cosas positivas que merecen la pena recordar sobre todo en cuestiones de sanidad y limpieza, promovieron la construcción de cementerios y sobre todo se les reconoce la abolición de la Inquisición.
(1)Ramírez de la Casas.               
(2)Francisco López Villatoro.                                                                        Diego  L. Urbano Mármol

jueves, 2 de agosto de 2012

Documentos inéditos.

Como decía a principios de los 80 aquella canción de Vainica Doble que servía de sintonía en el programa de Sánchez Dragó. Biblioteca Nacional. Todo, todo, todo está en los libros. Pues todo está en los libros, “el problema” viene cuando todos los libros no se encuentran en las bibliotecas accesibles al público.
 Hecha esta introducción y al hilo de la maravillosa explosión de documentos antiguos y datos que están saliendo a la luz referente a Castro del Río, me sumo y me coloco en el extremo del trampolín con el reto del “Mas difícil todavía”.
 Voy a pegar unas imágenes inéditas de un documento único que está aún en estudio. Estoy indagando a ver si consigo el nombre del autor, como mínimo.
 Se trata de un inventario de los objetos de las iglesias de Castro del Río antes de la guerra Civil. No tiene fecha pero está escrito sobre citaciones a pleno del ayuntamiento de Córdoba en tiempos de la República.

 Encontramos en él: Título y descripción de las Iglesias:

 - Parroquia de Nª Señora de la Asunción.
 - Ermita de Nª. Sra. De la Salud (Patrona).
 - Ermita de San Juan.
 - Ermita del Santo Cristo de las Victorias.
 - Parroquia del Carmen de Castro del Río.
 - Iglesia de Madre de Dios.
 - Iglesia de Nª Sra. Del Puerto.

 Asi mismo hace un elenco de Ornamentos, objetos de culto, alhajas, reliquias, altares, cuadros e imágenes sin descripción artística.
 Para abrir boca cortaré y pegaré los referentes a la Virgen de la Salud ¡Por ser vecina de mi madre en estos momentos!.
 P.D.
     Este blog también se suma a las marcas de agua en las fotos pero no a la publicación por fascículos.