..

Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

.

¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

lunes, 9 de septiembre de 2019

Breve resumen de la dilatada vida militar, política y empresarial de un personaje del Siglo XIX enterrado en el cementerio de Castro del Río.


          Breve resumen de la dilatada vida militar, política y empresarial de un personaje del Siglo XIX enterrado en el cementerio de Castro del Río.
Cuando uno no sabe por dónde empezar a escribir una historia o le cuesta  comenzar a hilvanar una idea y plasmarla en el papel; máxime cuando mi intenciones para la revista de Feria 2019 eran otras; la inicial versaba  sobre “La Platería Cordobesa en esta población”, pero a ultima hora fue desbancada de mi cabeza por el personaje que pronto conoceréis y que los más allegados; con tan solo el titulo, ya habrán acertado.
Tomando café,  me vino la inspiración al ver como una persona comenzaba a leer el periódico desde la última página hacia adelante. Copiándole comenzaré la historia por el final, pues.
En el primer patio del cementerio de este pueblo a mano derecha, en los últimos nichos antes de pasar al segundo patio,  nos encontramos con una lápida  que contiene el nombre de dos personas. El primero y  protagonista de este artículo  dice: Excelentísimo Señor Teniente General D. Manuel Lorenzo Oterino. Condecorado con las grandes Cruces de San Hermenegildo, San Fernando y la de Isabel La Católica.+ 7 Octubre 1847. A su lado; en la misma lápida se encuentra el  cuñado de este: El Ilustrísimo Sr. Brigadier D. Manuel Mª. De Arcaya y Manzano., Condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y Placa Cruz de San Hermenegildo. +  2 Junio 1848. Este último era hermano de su mujer.
Foto (5)
Lápida
El sitio se encuentra; pese a ser de las tumbas más antigua del cementerio, generalmente bien de obra y cuidada, aunque el enlucido se observa poco firme, se sostiene a base de muchas capas de cal.. Delante podemos encotrar una pequeña jardinera con unas florecillas de plástico en buen estado que tuve que retirar para poder fotografiarla al completo. No sé, pero tengo una corazonada de quién puede estar detrás de su mantenimiento.
En el 2011 le dediqué en mi blog “Historias de Castro del Río” una entrada a este misterioso personaje. Prometí  continuar con artículos más extensos.
Por esa época,  lo que se podía encontrar de este condenado al ostracismo; el General Lorenzo, eran múltiples  y breves referencias de su vida militar, y, noticias de un acontecimiento que le catapultó para ser un personaje histórico importante del siglo XIX, al menos en Cuba.
No niego mi falta de tiempo y  cualidades para organizar tantos apuntes de este señor, aunque lo que más afectó al abandono de este complicado proyecto fue la presentación al año siguiente;, el 2012, de un interesantísimo y serio trabajo a modo de tesis Doctoral en la Universidad Complutense de Madrid  por parte de Manuel Muriel Hernández, se tituló “Manuel Lorenzo: Militar y gobernador de Santiago de Cuba”.
Complejísimo trabajo por la dificultad a la hora de encontrar en los archivos muchos de los episodios donde participó Manuel Lorenzo. Sus enemigos y las dificultades políticas de ese periodo le privaron en muchos momentos del protagonismo que se merecía. Otro problema añadido es que no se preocupó de tener  su propio biógrafo.
Manuel Lorenzo nació en Salamanca el 29 de Octubre de 1785. Proveniente de una familia humilde; su padre era herrero, alcanzo los grados más superiores en el ejercito, destinados en otros tiempo a las familias altas  y a la burguesía. Fue la caída del antiguo Régimen a principios de siglo, los nuevos cambios políticos que se producían con los altibajos del absolutismo, el empuje del liberalismo,  su destreza y valentía en la batalla, y la suerte lo que lo catapultaron. . Manuel Lorenzo fue un hombre con mucha suerte en el campo de batalla y en la política.
Leyendo la historia de este hombre que conoció: los reinados de Carlos III, Carlos IV, Fernando VII e Isabel II que luchó en la Guerra de La Independencia contra los de Napoleón, contra los de Simón Bolívar en Venezuela, en las Guerras Carlistas y,   ser  superviviente de un  siglo donde se  registraron cerca de 200 pronunciamientos militares, me hacía recordar  simpáticamente “esta historia la coge Santiago Posteguillo y escribe una trilogía”
Es asombrosa la actividad tan frenética de este hombre durante sus  62 años de vida, sobre todo en su periodo militar.
Foto (3)
Grabado. Lo he adquirido yo.
No era todo pelear, también cosechó bastantes amistades. Una de ellas fue la que le llevó a establecer  Castro del Río como centro de sus negocios; una vez en el retiro. Parece  ser que la amistad con el regidor liberal de la villa de Castro del Río, José María del Río Tejada , con el que tejió importantes lazos fue el detonante.
Es posible que Del Río Tejada fuese la persona que influyera para que el General se presentara  para el  senado por la provincia de Córdoba. En Castro cosechó un número importante de votos pero no llegó a ser elegido.
Foto(4)
Casas en calle Alta.
Desde Castro; donde compró dos casas en la calle Alta en 1840,  dirigió las propiedades que poseía en la campiña de Baena, Montilla y Castro, casi todas  provenientes de las puestas en venta de la iglesia por la desamortización de Mendizábal.
A partir de 1843 cuando pasa a la reserva el General  tan solo se le conoce esta residencia.
Foto(1)
Retrato del General. En el año 2012 cuando publiqué la foto el cuadro estaba a la venta en Todocolección. Hoy mismo lo podemos encontrar en una casa de subasta con un precio de salida de 15.000 euros.
Demostró ser una persona hábil en los negocios. Creó una sociedad; bastante insólita para la época; pues  su mujer,  la venezolana Ana de Arcaya, tenia plenos poderes, por igual  que el otro socio su amigo, José María del Río, llamada “Río de Tejada, Arcaya y compañía” la cual le reportó pingues beneficios.
Manuel Lorenzo parece bien integrado en el pueblo pese al malestar que le produce los choques con las familias  adineradas; mayoritariamente de signo absolutista, entre ellos el conde de la Estrella, y de la vigilancia y control que se le mantenía desde el gobierno, ahora de otro signo. Manuel Lorenzo fue unos de los pilares que mantuvo  a Espartero en la regencia.
En  1844 abandona la calle Alta;  sobre todo para alejarse de los ambientes más conservadores, para mudarse a la calle La Tercia; calle más céntrica y comercial,  en donde construye una casa de lujo. (A mi siempre se me ha antojado sea esa casa la que se encuentra frente al Liceo.)
Al año siguiente se casa en la localidad una de sus hijas, Emilia,  con Fernando Palacios y Rando, Comandante graduado, lo que supondría un gran acontecimiento social en Castro. El  matrimonio también apostaría por esta población  pues también aparece como propietarios de terreno en Castro del Río. Lorenzo tenía invertido más de tres millones de reales en este territorio.
El General se dedica a visitar y controlar sus propiedades y tan solo se ausenta del pueblo  para visitar algún balneario para  así mejorar su maltrecha salud. Normalmente acude al de Cestona, Guipúzcoa.
El 30 de Agosto de 1847 le concede la reina permiso por cuatro meses para viajar a tomar las aguas pero no se desplazo, debía estar muy enfermo. El 7 de octubre murió el general de los ejércitos en su domicilio castreño. El funeral se celebró con poco ornato religioso. Fue enterrado en un simple nicho como fue su voluntad. El testamento deja entrever  su condición política, liberal progresista.
Por esa fecha ya no existe la sociedad ni se encuentra como albacea testamentario; aunque sí lo fue en el momento de su redacción, a  José María del Río, se supone que la relación se había enfriado. Tenía 62 años.
Ana de Arcaya tras la muerte de su esposo fija su residencia en Madrid.
Manuel Lorenzo Oterino ingresó en el ejército en 1802. Inició su formación como soldado. La guerra de la independencia estalla y encuentra  la oportunidad de mostrar su valía en el campo de batalla, durante la contienda es  herido en el cuello y hecho prisionero pero consigue escapar desde el país vecino, volviendo al frente. Participa en la expulsión de los franceses,  persiguiéndolo hasta en su propio territorio. Acaba la guerra con el grado de Teniente.
Se embarca hacia Venezuela en 1815 al mando del General Morillo “El Pacificador”, Gobernador y Capitán General de Venezuela. Permaneció  ocho años hasta la capitulación.  En Venezuela  tuvo la oportunidad de ordenar cuerpos de envergaduras. Cosechando importantes victorias que le ayudaron a darse a conocer
De vuelta a España pasa al adiestramiento de nuevos soldados en el Regimiento Córdoba nº9 , alcanzando el grado de Brigadier antes del inicio de la Guerra Carlista.
Comenzada la guerra; de la que presumía haber pegado el primer tiro en defensa de la reina, en 1833 hace preso al general Santos Ladrón, que había penetrado en España a la cabeza de un millar de realistas, al que fusiló en Pamplona, se le concede el empleo de Mariscal de Campo.
Entendemos que Manuel Lorenzo era un rival importante para aquellos mandos que buscaban un buen lugar en la corte. Incompresiblemente; pues era uno de los jefes que más victorias estaba cosechando incluso como premio la Reina Isabel II le quiso obsequiar  con el título de Marqués de Nazar y Asarta, el cual el rechazó, fue  enviado y designado a Cuba como Gobernador Político y Militar de Santiago De Cuba en 1835.
Una actuación suya en la isla en 1836; quizás el hecho más relevante de su carrera,  propiciada  por diferentes circunstancias,  le llevó a proclamar la Constitución de 1812, la cual juró. Estuvo a punto de desembocar en una guerra Civil con los de la Habana, donde residía el Capitán general de la isla Miguel Tacón. Lorenzo en 1837 es cesado, sumariado y expulsado a España.
Ya en España y antes de ser juzgado, el gobierno tiene que recurrir a él; pues los Carlistas están quebrantando las fuerzas Isabelinas,  para que se ponga al  frente de la Milicia Nacional. Cuerpo donde se sentía bien pues pensaba que era la única institución defensora de la Constitución. Por sus numerosas victorias fue elevado a Capitán General  de Castilla la Vieja y Extremadura y Capitán General del Campo de Gibraltar , también Senador por Alicante.
En 1841 era ya Teniente General. (Este Real decreto fue comunicado por Espartero a Lorenzo: “Atendiendo a los méritos y distinguidos servicios del Mariscal de Campo Manuel Lorenzo he venido en nombrarle, como Regente del Reino durante la menor edad de la Reina Doña Isabel segunda y en su real nombre a Teniente General de los Ejércitos Nacionales…”.).
En 1843 es senador por Cáceres.
Por las memorias del Brigadier Fernández de Cordova podemos hacernos una idea del personaje que tratamos en estos momentos: “La Reina Isabel Segunda y en su nombre el Gobierno de la Nación atendiendo a los méritos y servicios del Teniente General Manuel Lorenzo ha venido a conferirle el cargo de Comandante General del Campo de Gibraltar. Dado en Madrid a 10 de Agosto de 1843…” “Mandaba en el Campo de Gibraltar el teniente general D. Manuel Lorenzo, que tanto nombre alcanzó en las guerras carlistas, y cuyo valor heroico era bien conocido en todo el ejército. Él fue quien hizo prisionero en Los Arcos a D. Santos Ladrón, y quien en los últimos años de la lucha se presentó como émulo de Espartero para el mando en jefe del ejército. Después de la paz marchó a Cuba y como a su regreso fuera tratado con mucha dureza por el gobierno de la Regencia, se unió en el movimiento de Cataluña, y Serrano recompensó su apoyo con el mando del Campo de Gibraltar, puesto muy codiciado por entonces, porque reunía, entre sueldos y emolumentos más de cuarenta mil duros. Pero Lorenzo era un liberal convencido y no tardó en separarse del partido moderado”.
 A la comisión del senado le sorprendió la muerte del general cuando se estaba tramitando la 4º laureada por la toma de Logroño pero el Gobierno Moderado se la negó, para algunos la más merecida.
En definitiva Lorenzo destacó por ser infatigable, por su excelente visión del campo de batalla desplegando una fabulosa intrepidez que causaba admiración de sus amigos y terror entre sus enemigos. En todas las batallas se reservó el objetivo  principal y más peligroso.
Como  político y empresario podemos decir que fue también un hombre de éxito. Quién no lo tratado bien es la historia, al menos las Española. En Cuba no ha sido así. El episodio allí ocurrido es tan interesante, tan apasionante que,  haría falta otro artículo como este tan solo para las conclusiones.
Foto(2)
Sable del General vendido en 2011 por 2.300 euros en Todocolección
En Cuba medio mundo se le echó encima. Franceses, Estadounidenses, Ingleses, absolutista Españoles y sobre todo  comerciantes de esclavos que políticamente lo derrotaron en ultramar por ir en contra de sus intereses. Lo que proclamó Lorenzo no podía ser, y no fué.

Espero haber conseguido que hayas llegado hasta aquí y espero haber conseguido plasmar bien la figura del General  Manuel Lorenzo Oterino. Vale la pena si os interesa sigáis ahondando.
A los gobernantes locales le pediría no olvidar a estos personajes; y otros, a la hora de nombrar  calles.


Pie de Foto (1) Retrato del General. En el año 2012 cuando publiqué la foto el cuadro estaba a la venta en Todocolección. Hoy mismo lo podemos encontrar en una casa de subasta con un precio de salida de 15.000 euros.
Foto(2) Sable del General vendido en 2011 por 2.300 euros en Todocolección
Foto(3)Grabado.
Foto(4) Casas en calle Alta.
Foto(5) Lápida
                                                                                     Diego L. Urbano Mármol.