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Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

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¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

jueves, 14 de abril de 2011

XLII Reunión de Cronistas Cordobeses.

Desde éste, mi modesto blog, quiero dar las gracias al Alcalde de éste, mi modesto pueblo; por la invitación a este magno evento.

Al que por supuesto pienso asistir.




Como podéis ver el acto es libre, así que os espero por allí.
Podriamos los blogueros aficionados a la historia organizar una quedada(que moderno, je,je) . Yo me ofrezco de Cicerone.
Se admiten sugerencias, que podreis dejar en forma de Comentarios.

sábado, 2 de abril de 2011

CASTREÑO DE CHICHINABO.


Hoy he decidido auto llamadme castreño de chichinabo. Yo que consideraba que me consideraban castreño aferrado, localista, pueblerino, etc. Yo que pensaba que era pionero en defender la bandera castreña (por lo visto blanca y azul, como la de Huelva). Yo que además creo en lo increíble; en el ratón Pérez y en los reyes magos, por que veo la ilusión que hace en los niños. Yo que…..

Yo he descubierto que soy un castreño más.

Queridos amigos, hoy, hace unas horas, he quedado con el amigo que trabaja fuera, que se escapa de la capital o de otro sitio, que lucha con los inconvenientes de la pequeña mudanza necesaria para el fin de semana, contra la cabezada de media hora en el sofá, contra los nenes que ya tienen una edad y no se pueden manejar como uno quisiera, contra el colesterol, el azúcar, la obesidad, las transaminasas o yo que sé, y contra todos los enemigos gastronómicos que ofrece el pueblo. Que revienta por pedir una sin alcohol y no un vaso de vino, y que no puede dejar de echar un rato con un residente, nativo o oriundo de toda la vida; igual que él, pero residente.

En tal sitio charlamos; que hay poca gente y no nos complicamos la vida: Yo una sin alcohol, si, si, y yo una copa de vino. Y ya está.

Ahora resulta que nada es como lo imaginado; que llegamos y está todo el mundo, que hablamos y hablamos, que uno dice como se llama el sábado Gloria en Castro(sábado las latas), otro, la letrilla de la campana gorda de la Asunción o la procedencia de la piedra de la misma iglesia o su composición, y el menda ponga la misma cara que un niño recibiendo un regalo, y que digan lo que digan, cuenten lo que cuenten los contertulios* con sabor castreño, el tío se “hincha(o se puja)”, se enorgullece de ser castreño y se le cae la baba, y tiene los santos cojo….s. de pedir otra sin alcohol mientras a uno le llenan la copa de Montilla-Moriles. Ese, ese tío es mú castreño.



Vamos a tener que fijar nuestra residencia en otro lugar, pues, parece ser, que para querer mucho a este pueblo hay que verlo desde la lejanía.

*Estaba Miguel Morales que sabe mucho del patrimonio castreño y más del musical.