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Foto recopilada por Juaneles Pinillos. |
Como ya dijimos en el post sobre la ermita de Santa Rita una
de las demostraciones del fervor religioso que se vive en la villa de Castro
del Río en época bajomedieval es la edificación de numerosas ermitas a
diferentes advocaciones; tanto dentro del casco urbano como en los alrededores.
Una de las construidas en el interior de la población es la
ermita de la Virgen del Puerto, esta estaba situada al inicio de la calle
corredera a mano izquierda (por debajo del antiguo edificio de correos) y se
conservo hasta mediados de los 80; es posible que fuese la más antigua de ellas.
Según unos documentos estudiados por Juan Aranda sobre una
solicitud a las autoridades eclesiásticas en 1591, pudiera ser que en el altar
erigido para la imagen de la titular fuese ocupado por una imagen de la Virgen
del Rosario en 1591 << en la peana del altar que aora es de Nuestra
Señora del Rosario y antes era de nuestra Señora del Puerto para que yo y los mios lo tubiesemos para nuestro
entierro>>.
Pienso que al igual que la ermita de San Marcos compartía advocación con Santa Rita, esta lo
haría igual con la Virgen del Rosario en esa época, sin llegar a cambiar el patrocinio de dicha
iglesia; ya que en el catalogo anónimo realizado en los años treinta del siglo
pasado antes del 1936 ya no se encuentra
la del Rosario y si la imagen de la Virgen del Puerto en el altar
principal.
No he encontrado noticias; ni escritas ni verbales, sobre
que este pequeño templo fuese destruido o expoliado en los sucesos ocurridos
durante la Guerra Civil. Esta pequeña iglesia mantuvo su estructura hasta su desaparición,
siendo visible las hornacinas en las paredes aunque ya despojadas de decoración.
En 1941 aún se encuentra operativa y en manos del estamento
religioso. El alcalde Luis Fernández escribe al obispado sobre la conveniencia
de buscar una solución al estado ruinoso de la iglesia de Madre de Dios ante la
negativa de reconstrucción. Se plantea la idea de la demolición con el fin de ensanchar la vía pública, justificando que es suficiente
con los templos que existen para satisfacer
las necesidades religiosas del vecindario, entre ellas se encuentra la de La
Virgen del Puerto.
En contra del derribo se encuentra el rector y cura
ecónomo de la Asunción que presenta un informe a sus superiores defendiendo su
restauración. Entre sus argumentos: que la Ermita de la Virgen del Puerto es
sumamente reducida para suplir la destrucción del templo de Madre de Dios
utilizada de auxiliar a la parroquia del
Carmen afectada frecuentemente por crecidas del Guadajoz.
Aunque aun se dispone del edificio posiblemente en esos años
ya estaría desmantelada; desconociendo a
donde fueron a parar las imágenes y enseres. En 1946 con el inicio de la restauración
de la Madre de Dios el recinto dejó de tener utilidad y se pondría a la venta.
La nave tenía una superficie de 17 metros de longitud por 6
de latitud; el techo era abovedado y estaba dotada de un pequeño campanario con
tan solo una campana, la puerta de madera era de dos hojas.
Gozaba de tres altares:
1.- El mayor dedicado a Nuestra Señora del Puerto cuya imagen
es de madera para vestir, tiene retablo de estilo Barroco.
2.- De San José. Está constituido por una hornacina y una
imagen del titular y otra de San Antonio, ambas de vestir.
3.- De los Dolores. Una hornacina con dicha imagen, también es
de vestir.
Además cuenta con un cuadro de lienzo con la imagen de Jesús
crucificado y con bastantes objetos de cultos:
1.- Un cáliz, paterna y cucharita de plata.
2.- Corona de la Virgen de plata Meneses.
3.- Cáliz, paterna y cucharilla de metal.
4.- Cuatro casullas.
5.- Lámparas de metal.
6.- Diez candeleros de metal