Este mañana comenzado el camino “empecé a escribir”; nos dirigíamos a visitar Torreparedones. A escribir en mi mente.
A mí me gustaría plasmar en la escritura lo mismo que pienso pero eso es algo difícil. Me gustaría ser como Mike S. Blueberry, que donde pone el ojo pone la palabra.
Cuanta vuelta, cuanto mareo, cuanto agujero….Córdoba lejana y sola:
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.
Nunca he escondido mi parecer en este asunto de Torreparedones, a mucha gente se lo he comentado. No pienso que haya que ir como los cojones del perro, siempre detrás. Presentar un complemento a este proyecto nunca me pareció mal, ellos dan nosotros damos. Hay que aprovecharse de la coyuntura.
Porque el pueblo de al lado compre un terreno en nuestro termino municipal no quiere decir que la localidad haya perdido ese territorio. Si fuese así, Alemania no hubiera invadido Polonia militarmente, tan solo con haberla comprado hubiera bastado, y nos hubiéramos ahorrado la segunda guerra mundial.
Hasta me parece bien que exista un debate político por este motivo. La magnitud del asunto así lo requiere. Al final la burra va a ir al agua de todas maneras.
Mi opinión ni es la más acertada ni tiene porque ser escuchada. Creo que defender la postura de facilitar el acceso a este maravilloso proyecto no era ni difícil ni caro.
Viajaba de visita al yacimiento; mi amulamiento no había permitido que hubiera sido antes, porque la actividad había surgido desde muy cerca, no podía poner escusas, además viajaba con un grupo muy deleitable; guiado por el Arqueólogo local Antonio Criado. El éxito estaba garantizado.
El día amanecía lluvioso, el oráculo de internet nos ofrecía dos horas sin agua (desde las once hasta las una), así que nos lanzamos a la aventura. Conocía la zona, pues la había visitado anteriormente unas cuanta veces; también conocía los accesos disponibles, por un lado y por otro. El que elegimos, el de camino de Jaén jamás me había resultado tan lejos. En principio era llegar con el coche hasta un punto y hacer una ruta de unos 5 Km andando, pero la amenaza del agua trastocó nuestra idea. Al final no pusimos como “una Sopa (de pan)” ¡y eso que llegamos con el coche hasta la puerta¡
Siempre había defendido que Castro tenía los mejores accesos a Torreparedones y en ese asunto es donde teníamos que invertir; no era yo poseedor de la verdad absoluta, cuando otros defendían otra clase de inversiones, para gusto los colores. Era mi opinión antes y ahora.
Pues no se ha hecho ni una cosa ni otra, ni “pa” mí ni “pa” ti.
Resulta una odisea llegar al yacimiento, la carretera está llena de agujeros; de esos que se cae en uno de ellos y sales en la China, peor si es con agua. Parece que esas trampas las han hecho por la noche adrede los martinillos o gentes de la laña.
Jamás había visto la carretera llamada “El Camino de Jaén” en tal mal estado y con tal signo de abandono (parece que hay cierta intencionalidad).
Por lo visto por la carretera de Cañete no es más fácil llegar hasta la torre, los caminos de accesos; que hasta hace pocos años eran abiertos, ahora son cerrados.
Montar una empresa de transporte con helicóptero hacia el santuario pienso no sería rentable y la venta de postales ha decaído mucho por culpa de los email.
Así que nos quedamos compuesta y sin novio. Para que nos salga un malaje ¿Pa Qué?
La lluvia deslució la visita y tuvimos que abreviarla, ganamos en la belleza que nos ofreció la piedra mojada. Hasta el armatoste de la entrada me pareció de una singular belleza. La próxima vez para ponerle más emoción será el viaje en globo.
La mañana se presentaba fria y lluviosa. |
Para ver piedras es mejor pillarlas mojadas. |
Esto es lo que vería Viriato al llegar. |
Las nenas aprovechaban cualquier lugar para protegerse de la lluvia. |
Antonio Criado en el centro; co-propietario de la empresa Turística Salsum, haciendo gala de su sabiduría. El mejor arqueólogo y guía del mundo, no nos quiso cobrar(por esta vez) nada. |
Calquiera salía de ahí, con la que estaba cayendo. |
Exvotos. |
Planeando. |
Copita de Fino Ituci Oro para recuperarse. |
En un catavino de crital está mucho mejor. |
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