sábado, 2 de abril de 2011
CASTREÑO DE CHICHINABO.
Hoy he decidido auto llamadme castreño de chichinabo. Yo que consideraba que me consideraban castreño aferrado, localista, pueblerino, etc. Yo que pensaba que era pionero en defender la bandera castreña (por lo visto blanca y azul, como la de Huelva). Yo que además creo en lo increíble; en el ratón Pérez y en los reyes magos, por que veo la ilusión que hace en los niños. Yo que…..
Yo he descubierto que soy un castreño más.
Queridos amigos, hoy, hace unas horas, he quedado con el amigo que trabaja fuera, que se escapa de la capital o de otro sitio, que lucha con los inconvenientes de la pequeña mudanza necesaria para el fin de semana, contra la cabezada de media hora en el sofá, contra los nenes que ya tienen una edad y no se pueden manejar como uno quisiera, contra el colesterol, el azúcar, la obesidad, las transaminasas o yo que sé, y contra todos los enemigos gastronómicos que ofrece el pueblo. Que revienta por pedir una sin alcohol y no un vaso de vino, y que no puede dejar de echar un rato con un residente, nativo o oriundo de toda la vida; igual que él, pero residente.
En tal sitio charlamos; que hay poca gente y no nos complicamos la vida: Yo una sin alcohol, si, si, y yo una copa de vino. Y ya está.
Ahora resulta que nada es como lo imaginado; que llegamos y está todo el mundo, que hablamos y hablamos, que uno dice como se llama el sábado Gloria en Castro(sábado las latas), otro, la letrilla de la campana gorda de la Asunción o la procedencia de la piedra de la misma iglesia o su composición, y el menda ponga la misma cara que un niño recibiendo un regalo, y que digan lo que digan, cuenten lo que cuenten los contertulios* con sabor castreño, el tío se “hincha(o se puja)”, se enorgullece de ser castreño y se le cae la baba, y tiene los santos cojo….s. de pedir otra sin alcohol mientras a uno le llenan la copa de Montilla-Moriles. Ese, ese tío es mú castreño.
Vamos a tener que fijar nuestra residencia en otro lugar, pues, parece ser, que para querer mucho a este pueblo hay que verlo desde la lejanía.
*Estaba Miguel Morales que sabe mucho del patrimonio castreño y más del musical.
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4 comentarios:
Jajajaja... no es para tanto, Diego Luis.
Una cosa si es clara. Todos los de Castro somos castreños. Y una cosa que no me gusta es ser localista, como usía. Los anarquistas burgueses semos asín.
Usted es bastante más castreño que yo, si hubiese test de dicha materia en nuestro universo conocido. El castreño de chichanabo soy yo que no bebo ni vino. Yo simplemente sé cosas de trasmisión oral -no me he preocupado de investigar nada- y es que como le decía a usted el otro día uno ha vivido desde que nació con Paco Morales de padre.
Y nada más, hermano.
Cobito si es castreño, de los que hacen bollitos del Día del Señor.
Y como dice los castreños más castreños no viven ni aquí.
Porque siente lo que no tienen siempre. Yo lo sé por mi familia.
Buen rato echamos.
Y sigo diciendo que Cobito es lo más castreño del mundo...
Amigo Miguel también la modestia es muy anarco burguesa, que por cierto son ideas muy antiguas de este pueblo, y ahora la unión de ellas va a ser muy de aquí.
Escuché que había una persona que seguía todas las ideas, las más antiguas y las modernas de aquella época: Acrata, cristiano, naturista y esperantista.
"los castreños somos así, también tenemos cosas malas"
Amigo Diego, creo que ninguno de los allí presentes éramos castreños de chichinabo (con vino o sin él). Evidentemente que se echa de menos lo que no se tiene y un tio que vive fuera echa de menos algunos ratos dentro, pero, no desde la perspectiva localista (coincido con Mameluco en mi poca fe por el localismo) si no desde algo más universal como son las relaciones humanas.
En este caso el tema era local, pero, como siempre, lo más importante y determinante para el disfrute eran los contertulios.
Hoy que tanto se lleva hablar de globalización es cuando más debemos cuidar lo específico, lo diferente … lo castreño.
Claro que eres, somos, unos castreños más, y no es poco.
Un saludo de Paco C.
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