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Si notais que llevo mucho tiempo sin escribir, posiblemente me esté pasando la mismo que le ocurrió a García Birlán.
"El deber me ordena que os dedique esta crónica y la pluma se niega a escribirla. Se amontonan las notas en mi imaginación y la péñola no sabe darles forma. Esfuerzo el pensamiento, concibo ideas, bullen las palabras en la mente y aun permanecen blancas las cuartillas."

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¿Un cateto escribio esto?:

Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.

Cervantes en su vivir .

Jean Canavaggio

viernes, 3 de abril de 2020

Pequeños detalles Castreños. La Virgen de los Remedios



Pequeños detalles Castreños. La Virgen de los Remedios

  En estos días de confinamiento obligado trata uno de ocuparse de cosas que normalmente no se tiene tiempo.

  Asomado al balcón me distraigo con unas maniobras que está llevando a cabo el ejército Francés en el Llano de la Fuente. Intrigado por lo que ocurre en un círculo que se ha formado de soldados gabachos pongo atención y distingo entre ellos a algún representante de la autoridad castreña. Carcomido por la curiosidad saco los “avíos” para la correcta protección. Mascarilla, guantes y una vieja escafandra que regalaban al comprar Veinte mil leguas de viaje submarino, salgo a la calle raudo y veloz. No llamé la atención por el variopinto desfile de uniformes militares.

  Me acerco y pongo oídos. En el centro se encuentra un tipo dando unas explicaciones.  En sus manos porta un extraño artilugio. De su conversación y de mi pobre conocimiento del traductor  francés  “pasque lóto de notre papa ne marche pas) extraigo unas pistas que junto a lo que me comenta el comandante del puesto de Castro del Río y a lo que tenía visto en televisión deduzco que se trata del famoso “soldado volador francés”.


  Después de varias horas; Franky, que así se llama mi nuevo amigo parisino,  se había percatado de mi profundo interés por lo que estaba allí ocurriendo. Se dirigió a mí con un vocabulario más o menos de los Pirineos, medio Francés medio Español. Me dijo algo así, como que, si quería probar:” donne vus son delamatine”. Decliné la invitación, pero, si le pedí que me hiciese llegar algo que estaba a una cierta altura y que no era accesible para mí y de camino le veía volar. Encendió las turbinas de su artefacto y yo apunte con mi dedo el sitio. Se estaba elevando hacia el lugar señalado.
 


  Como mi petición le resultó un sacrilegio; era un hombre de fuerte convicción, cosa que observé cuando me hacía gestos negativos con la cabeza (como si yo fuese a  apropiarme de lo que no es mío).Tampoco se me había escapado el detalle del crucifijo que llevaba colgando de su cuello. Le señalaba desde abajo que me conformaba con unas fotografías. “Photo, photo” le gritaba cuando ya se encontraba en las alturas. El ruido de los motorcillos a reacción y mis voces causaban un enloquecedor sonido muy impertinente para el oído, aquello se agravaba con el eco formado entre la torre y la muralla  de la Plaza del Romano.  Tuve que echar mano al lenguaje internacional de gestos; donde se ponga este que se quite el Esperanto, ¡donde va a parar!. Improvisé  rápidamente y tomé una cosa imaginaria que agarraba con las manos; ambas, jjj,  y me lo lleve a la altura de los ojos. Le guiñé mientras con el dedo índice  realizaba un movimiento como si pulsara algún botón. No tardo en entender lo que le estaba indicando, a eso si accedió.


 

  De hecho, con esas fotografías, llevo entretenido en mi retiro varios días y ahora, espero, que algunos de vosotros también lo hagáis, por los menos por unos minutos.

  Siempre te lo agradeceré “Soldado Volador Francés”.

  El tema que me trae, trata sobre unos de esos pequeños detalles que podemos encontrar en cualquier lugar de la villa de Castro del Río. Muchas veces pasan desapercibidos para la mayoría. Bien, porque nos acostumbramos a su presencia, y no reparamos en nada más. Bien, porque no están accesibles a la vista.

  Esto pequeños detalles tampoco suelen ser objetivo de estudio de los eruditos locales al carecer de mucha importancia, a ellos me he encomendado para recopilar información pero  poco o nada he llegado a conseguir. Es por ello por lo que parafraseando el refranero español, tiro de aquel que decía “La gracia del barbero es sacar patilla donde  no hay pelo” y basándome en lo que hay intentaré sacar “una historia” manejando  datos reales.

La Hornacina de la Cuesta Martos.

Introducción.

   “Una hermosa visión se nos presenta desde la carretera viniendo de Espejo, con el caserío pegado a la verde ribera del Guadajoz y sus dos puentes paralelos (….) Cuando llegamos más cerca, descubrimos que lo que era una villa abierta a nuestros ojos ha sido con el tiempo una ciudad fortaleza, y que las murallas y torreones la abrazan todavía desde la clave defensiva del cúbico castillo”. Así es como se imagina Juan Bernier, autor de estas palabras,  como debió ser Castro del Río en la Antigüedad: Fuertemente torreada. (1).

  Como ya sabemos el recinto de la villa estuvo fortificado y protegido por cuarenta torres.  Estas han sido modificadas en multitud de ocasiones. La obra principal es de época medieval pero según Jorge Forné, (2) está levantada sobre otras construcciones más antigua.  De época Romana y Musulmana.

  No voy a entrar en más profundidad sobre la fortaleza y si en la puerta principal de esta, que es donde encontramos cierta información del asunto que nos trae. La hornacina donde se le da cobijo a una pequeña imagen de la Virgen de los Remedios

  La situación de la puerta nos hace pensar que inicialmente solo sería la única vía de acceso a la población, fuertemente defendida por el castillo (3) .

  En el mismo lugar sitúa Forné la puerta de la fortificación romana al hacerla coincidir con el final del Decumano Máximo.

   El origen del nombre de la puerta de esta villa se debe a la incursión que hicieron los de Martos en 1232, capitaneados por D. Alvar Pérez de Castro y D. Tello Alonso de Meneses, “internándose en el país enemigo llegando hasta Castro del Río, talando los campos y matando muchos moros. Continuando sus excursiones este valiente caudillo y debilitando al enemigo se determinó caer sobre Castro con una buena hueste y apoderándose de una puerta de esta villa que se llamó de Martos por haber entrado por ellos la gente de allí, se hizo dueño de Castro en 1232 y reparó sus muros y torres”. ( 4).

  “Posee la gloria nuestro Castro de haberse por él, abierta la puerta a la conquista de Córdoba. Levantando la cruz sobre las torres de Castro, y desalojado el infame Alcoran de su recinto, se edificó en el cercado de la villa una iglesia bella dedicada a Nuestra Señora de la Virgen María con el titulo de Asunción.”(5)

  Debió Castro pasar de nuevo  a manos enemigas, pues para Nieto Cumplido la Fecha de la conquista por Fernando III es la de 1240 o ha podido haber un error de transcripción por algún cronista de la época al copiar el año.

 

  Hoy en día no queda ningún vestigio de la Puerta de Martos, tan solo unas de las torres que pertenecían a la defensa de esta. Actualmente está desmochada y mimetizada con obras posteriores y es la que conserva la imagen de la Virgen de los Remedios.
 


  Parece ser, que hasta los años cuarenta del s. XVIII se mantenía en pie dicha puerta que se encontraba unida a la muralla de la fortaleza. Los únicos datos sobre ella los proporciona R. Ramírez de Arellano, quien a su vez lo copia de una obra manuscrita anónima. “La puerta principal llamada de Martos, única en los tiempos antiguos de la plaza, estaba colocada en la rinconada que dejaba el martillo saliente oriental del alcázar, entre el postigo de la casa que habitaba Dª Josefa Luisa Mazuelo y la torre de la Virgen de los Remedios, rebajada en el día, la que con  otra que estaba donde hoy el caño, formaba la dicha puerta y clave con su contrapuerta y taladro, garitón, arcos de cantería, almenillas, miras, viseras y vistosos remates; todo pertrechado como la puerta del alcázar,; en el antemural de ella había otra denominada el rastrillo e la Plaza, sostenida por el adarve, y alto lienzo del alcázar; en la puerta principal de la plaza asistía la gran guardia, la que de miraba sostenida en la barbacana, y segundo torreón del alcázar, por una parte, y por otra de la Virgen de los Remedios.”(2)

  “También por la venida a esta del Señor Rey don Felipe V, el animoso de feliz memoria, en el año de 1733, cuando de Sevilla mudo la corte a Madrid, teniendo preparado alojamiento a S.M. en el colegio de San Pedro Y San Pablo, juzgando no cabrían las carrozas por la puerta, se hundió el muro de ella que unía con el castillo para que pasasen con desembarazo. 

  “Luego en el año 1743 se quitó y destruyo la citada puerta hasta los cimientos con el fin de hacer amplísima la entrada a la villa y el mismo año la sagrada imagen de María Santísima de los Remedios, que estaba colocada de tiempo inmemorial sobre la clave de esta puerta, se trasladó a la torre contigua, ya rebajada de su altura, la que ahora sirve de azotea en las casas del vivario eclesiástico D. Juan de la Peña Tercero”. (3).

  En definitiva y como conclusión arquitectónica pienso que de existir la puerta  podría ser una de las obras de ingeniería militar más importante de la provincia. No es así, desgraciadamente.

  Volviendo al hilo que nos trae, y después de trasladaros toda la información posible sobre el lugar inicial donde se halló la figura de la Virgen; hoy desaparecido, nos centraremos en el lugar donde actualmente se alberga.

  Desde ahora mezclaré conjeturas con hechos reales y pensamientos en voz alta. Serán los expertos en escultura religiosa; que me lean, los que tienen que aportarnos algo más. Yo se lo pongo en bandeja.

  Castro del Río pasa a manos cristianas bajo pacto. Fernando III se hace dueño y señor de la villa. Dice la leyenda que el rey llevaba en las alforjas de su caballo una pequeña talla de la Virgen que depositaba en cada población que ganaba a los moros.

  Aunque existen imágenes del Remedio que iconográficamente pertenecen a los siglos XII y XIII, no consta que hayan recibido esa denominación en sus orígenes. Es muy corriente que imágenes antiguas de la Virgen María, sin título especial, lo recibieran en tiempos más modernos.

  No quiero decir con esto que la imagen que actualmente existe sea la primitiva que se colocó en la puerta de la fortaleza cuando Castro se convierte al cristianismo, ahí lo dejo. Si me parece  a simple vista  que la pequeña figura actual es bastante antigua.

  Por el paralelismo con otras imágenes puedo aventurarme a englobarla en el estilo Barroco y  que  esta haya podido ser repintada en algún momento; no muy lejano; con más corazón que acierto. Pongamos de ejemplo al Ecce Homo de Borja o más recientemente, la talla de San Jorge del pueblo de Estella. No hay que extrañarse de nada.
 


  Como muchas de las esculturas góticas tardías esta muestra a la Virgen de pie con el Niño en brazos. Por regla general, la Virgen María lleva al Niño sobre su brazo izquierdo de acuerdo con el instinto maternal, aunque esta lo hace con el  brazo derecho (consultado el detalle con mi amigo el párroco de Espejo, don Francisco García, me comenta que dependía de la influencia de la escuela del autor). Cualidades de esta época son también que ambos gozan del mismo protagonismo y que las representaciones dulcifican el rostro y la postura de madre e hijo. La de Castro ambos mantienen una aptitud sonriente.

Advocación de Nuestra Señora del Buen Remedio.

  La palabra Remedio viene del latín: Remedium, que etimológicamente significa medicina, medio de curar y sanar, lo que restablece la salud; y en sentido figurado indica cuanto sirve para las enfermedades del alma. La advocación de Nuestra Señora del Remedio, conserva y retiene ese doble significado. Según el religioso trinitario Fr. Bonifacio Porres, la advocación del Remedio no es unitaria, y pudo comenzar a la vez e independientemente en diferentes lugares, las cuales coinciden solo en título, pero en muchos casos narran historias y leyendas propias, como sucedió con otras advocaciones marianas. Pero cuando se habla de la Patrona de la Orden Trinitaria y de los lugares a donde tradicionalmente ha llegado esta devoción por el apostolado de los religiosos de dicha orden o de los fieles o cofradías relacionadas con ellos, se le puede encontrar ya sea en singular: del Remedio (Como en Cataluña), en plural: de los Remedios (Algunos lugares de España) o acompañado de adjetivo: del Buen Remedio (como en Francia e Italia). Es menester aclarar que en otros lugares, especialmente en España, se han "trinitarizado" muchas imágenes de la Virgen del Remedio (o de los Remedios), cuyo origen no guarda relación alguna con la Orden de la Santísima Trinidad.


   El culto en la localidad, a saber, ha venido  profesado en época reciente por los habitantes de la casa contigua, la familia Jiménez. Estos, por lo que me cuentan, han ido compaginando el mantenimiento de la fachada de la casa de su propiedad con el mantenimiento de la hornacina. En los últimos años la casa se encuentra deshabitada y por momentos  podemos apreciar el abandono de  los dos lugares. En estos momentos el sagrado lugar se encuentra en un estado notable gracias al Consistorio Castreño, su legítimo dueño por cierto.

   La pequeña escultura; según me dice mi hombre volador es de madera, se encuentra prácticamente a la intemperie, tan solo está protegida por una reja metálica y la techumbre del hueco,  pero esta está expuesta a las rachas de viento y lluvia; de ahí su mal estado de conservación. Es posible que en otros tiempos haya estado protegida con un marco de madera y un cristal, según información a pie de calle.

  También recientemente; aunque yo no lo recuerdo, sin poder determinar la fecha, se debió actuar con una obra de mantenimiento. “Mejorando” el lugar  con unos azulejos blancos y un enlucido.
Conclusión
  Mi opinión es la de que debería estudiarse, y en caso de tener la importancia que pienso, someterla a un proceso de restauración  siendo restituida por una copia o otra de menor importancia, para luego conservarse en un lugar de mejor salvaguarda (6).

 

 

 

(1)    Los pueblos de Córdoba Caja Provincial de Ahorro de Córdoba. 1992

(2)    Castro: Estructuras defensivas de un Hisn en Al-Andalus. Jorge Forné León. 2003

(3)    Castro del Río. Estudio histórico del barrio de la Villa. Juan Aranda Doncel. 1987

(4)    Disertación Histórica sobre Castro del Río. Perteneciente al conjunto histórico Provincial. Ramírez de Arellano

(5)    Disertación Histórico-Geográfica sobre la antigüedad de la villa de Castro del Río. Bartolomé Sánchez de Feria y Morales. 1774.

(6)  Nota de Prensa: Reportajes : Quién ha robado nuestra virgen: la psicosis por los expolios de capillas en Córdoba y Sevilla .EL ESPAÑOL recorre Benamejí, Montilla, Lucena y Osuna, municipios andaluces en los que se han registrado los hurtos de la imágenes religiosas.9 febrero, 2020.https://www.elespanol.com/reportajes/20200209/robado-virgen-psicosis-expolios-capillas-cordoba-sevilla/465704492_0.html.

(7) Diversas publicaciones en internet.

Diego L. Urbano Mármol


 

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