Las jornadas Europeas de
Arqueología se celebran anualmente en España durante el tercer fin de semana de
junio, este año se han celebrado entre el 14 y el 16.
En muchos de los lugares con
sitios arqueológicos puesto en valor o en estudio, museos y organismos, universidades,
ayuntamientos y fundaciones, organizan actividades para este fin de semana.
En nuestro alrededor hemos
tenido un gran abanico de eventos del estilo. Ategua, Torreparedones, Cerro
la Merced en Cabra, etc.
A modo particular quise que
Castro participara con una escueta entrada en mi blog aprovechando dicha efeméride
y el descubrimiento unos días antes de una actividad arqueológica en este
pueblo llevada a cabo hace años y que no tuvieron repercusión alguna, y si la
tuvieron nadie se encargó de inmortalizar en algún medio para los interesados
en la materia. Me imagino que no están publicados los resultados y si
estuvieran podrían estar en manos poco accesibles. Al menos quedaron unas
fotografías que dan fe de ese momento.
He tenido que demorar este
artículo porque he querido documentarme sobre este yacimiento antes de finalizarlo.
El tiempo se me ha echado encima y era ya imposible conseguir mi reto que era
ojear un libro que al final no he conseguido (debería haber un ejemplar en la biblioteca
municipal, pero no lo hay).
De todas maneras, poco hay escrito sobre este yacimiento; que por cierto es muy conocido para los allegados a esta materia y para mí, es un viejo conocido.
La primera vez que anduve por allí sería por
los inicios de los años ochenta del siglo pasado. Recuerdo que al menos lo
visité en un par de ocasiones en unas actividades englobadas en nuestro grupo
de arqueología pertenecientes a la OJE local. En estas ocasiones nos desplazábamos
en bicicleta, y solíamos recoger de superficie trozos de cerámicas que, grosso
modo conocíamos a modo general.
Perfectamente sabíamos o reconocíamos las cerámicas
ibéricas, romanas, musulmanas o medievales que nos servían para datar los
lugares que visitábamos. Al menos las más emblemáticas, ibéricas pintadas,
romanas comunes o sigillatas, tégulas o las cerámicas vidriadas.
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Año 2019 |
En el lugar llamado
Cambronero, situado junto a la carretera de Bujalance, en una pequeña colina
muy llamativa podemos ver a simple vista la mano del hombre en su fisonomía. La
encontramos escalonada con finalización en su meseta de una construcción ciclópea
de enormes sillares y que alguno alcanza hasta 2.50 metros de longitud. Este
recinto tiene forma rectangular de 30x25 metros. Hay indicios de un recinto,
menos espectacular, exterior. Podemos encontrar un amplio ejemplo de cerámicas que
abarcan desde época ibérica a la medieval.
Este monumento es declarado BIC el 29/06/1985.
Juan Bernier lo cita en un artículo
sobre Ategua en una revista llamada de la Juventud; la cual pertenecía creo
recordar a la OJE provincial, en el año 1967 y que a mi entender es la fecha en
la que se intervino arqueológicamente en este yacimiento, al igual que en Ategua
en las actividades llevadas a cabo en los Campamentos internacionales de
Arqueología que se celebraron en esos veranos en la villa de Castro del Río.
https://historiasdecastrodelrio.blogspot.com/2010/01/campamento-julio-cesar.html.
https://historiasdecastrodelrio.blogspot.com/2014/09/campamento-internacional-de-arqueologia.html
Luego, unos años más tarde,
sobre 1980, apareció de manera más completa en una publicación editada por
Monte de Piedad y caja de ahorro de Córdoba, “Nuevos yacimientos arqueológicos en
Córdoba y Jaén.(1)
Lo que por entonces de
manera generalista entendíamos como torres de defensa de tipo militar y de
origen cartaginés heredada por los iberos; y no porque arqueológicamente estuviera
demostrado sino por las fuentes históricas, Plinio el Viejo a la existencia de “Turres
Hannibalis en Hispania”, hoy en día habría que estar atentos a la variedad de
usos que se les da en numerosos trabajos publicados actualmente. Aunque los
recintos fortificados cordobeses han estado olvidados durante mucho tiempo;
aunque la excavación en Cambronero podría ser una excepción, ya que podemos
comprobar que se utilizaron los métodos de excavación que existían en esos por
momentos al dividir la zona por cuadrículas y fotografiar, al menos, el
material extraído, aunque vuelvo a recordar que no se conocen los resultados.
Las excavaciones de los
recintos fortificados del Cerro de la Merced(época ibérica) o la del Higuerón
en Nueva Carteya(época romana) en los últimos años han venido a engrosar el
ramillete variopinto de opiniones sobre su funcionalidad y el peso del carácter
defensivo pierde relevancia entre los trabajos realizados y publicados en todo
el territorio ibero-romano, llegando a encontrar construcciones de torres fortificadas en periodos romanos de
alto imperio cuando no existía inestabilidad ni amenaza en el territorio.
Así que podemos encontrar
opiniones desde su función como torres defensivas, torres vigías enlazadas unas
con otras, del tipo de marcador de territorio e influencia política, cobro de
tasas, control minero, control de vías principales, residencial, uso agrícola y
ganadero (recuerdo antes de ser destruido el recinto fortificado del Arenal que
tenía un silo en su interior) pero también podría ser un punto de almacenamiento
de grano de uso militar.
Sea cual sea su función en
el término de Castro del Río podemos encontrar un buen número de ellos, algunos
han sido destruidos y otros se conservan en buenas condiciones, si bien, las
excavaciones sin metodología pertinente han podido causar un daño irreparable.
En el caso del recinto de
Cambronero hace unos años descargue una secuencia de los llamados Vuelos
Americanos donde se puede apreciar un edificio colindante al torreón justa debajo
de la colina, que ese sin duda podría arrojar mucha luz sobre su uso.
P.D. Este trabajo se finalizó
el 30/06/2024 a las 14:51 onomástica de San Marcial.
(1) También aparece en el
Inventario de yacimientos arqueológicos de la provincia de Córdoba de Nacho
Muñiz en 1995 y en diversos trabajos de José A. Morena.